Los enfrentamientos entre el Gobierno y las CCAA por la crisis sanitaria se recrudecen. Sobre todo, después de que la propia Embajada de China haya revelado que los últimos test rápidos que compró Sanidad para detectar el coronavirus fueran adquiridos a una empresa sin licencia. El ministerio de Salvador Illa tenía que repartir esos test entre las autonomías que, ahogadas por los gastos sanitarios, han reclamado al Ejecutivo más recursos económicos para poder sufragar la crisis del coronavirus.
Es llamativo que, de los 200.000 millones de euros que iba a "movilizar" el Ejecutivo socialista, no se haya destinado una partida importante a los sistemas sanitarios autonómicos, que son los que se encargan de salvaguardar la salud de los ciudadanos. Una explicación puede ser que, aunque "200.000 millones" es una cifra redonda y llamativa para cualquier titular de prensa, ese dinero es difícil que llegue a la economía real. Básicamente, porque el Estado no lo tiene.
En el primer paquete de medidas del gran plan de choque de Sánchez que aprobó el pasado 12 de marzo, el Gobierno presumía también de "movilizar" —un término al que han cogido bastante apego— 18.000 millones de euros. Pues resulta que, de esa cifra, la mayor partida que ingresarían las CCAA sería un adelanto de 2.800 millones de euros de los anticipos a cuenta que reciben mensualmente las autonomías, tal y como establece el sistema de financiación autonómica. Es decir, era dinero que le corresponde a cada región durante 2020, no se trata de ninguna cuantía excepcional.
Pero Hacienda considera que realizar este anticipo es todo un hito. "Adelantar la actualización de las entregas a cuenta en un escenario en el que aún no se ha aprobado el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año en curso es un hecho sin precedentes", aseguran. El pasado lunes, abonaron el primer pago de 1.434 millones de euros, y el resto, se lo harán llegar a las CCAA en torno al 17 de abril. Así quedará el reparto del propio dinero de las autonomías en 2020:
Como se observa en la tabla, en concepto de entregas a cuenta, que han sido calculadas con una previsión de crecimiento del 1,6%, los Gobiernos autonómicos dispondrán de 105.802,54 millones de euros, un 2,9% más que el año anterior, o lo que es lo mismo, 3.069 millones más.
El 'gran plan' económico se olvida de las CCAA
Hacienda también ha dicho que está dispuesta a estudiar "la viabilidad" de otro adelanto a las CCAA: el pago de la previsión de liquidación de 2018 que, en condiciones normales, se libera a mitad de año. Esta liquidación de 2018 asciende a 10.955 millones, pero su anticipo todavía no está claro. Hasta aquí, ni un euro extra, es el dinero con el que ya contaban las regiones para este año.
Volviendo al primer anuncio de medidas económicas, la única partida que sacó Sánchez de los Presupuestos para las regiones fueron cerca de 1.000 millones de euros provenientes del fondo de contingencia, que irían destinados a intervenciones sanitarias "prioritarias", eso sí, señaladas por el Ministerio de Sanidad. Por tanto, en este sentido, las autonomías no podrán disponer libremente de ninguna cuantía, tendrán que esperar a ver qué les da el Gobierno.
Días después, se aprobó una dotación de 25 millones de euros para las regiones, que se tienen que destinar a becas-comedor, para "garantizar el derecho básico de alimentación de niños y niñas en situación de vulnerabilidad afectados por el cierre de centros escolares". También, el Ejecutivo socialista ha dado luz verde a entregar 300 millones a las CCAA para la atención de las personas más vulnerables afectadas por la crisis del coronavirus, como personas mayores, dependientes o sin hogar. Su destino no tiene que ser meramente sanitario, sino social, como reforzar los servicios de proximidad de ayuda a domicilio o el incremento de los dispositivos de teleasistencia domiciliaria.
Es imposible discutir que los colectivos anteriores necesiten ayuda pública, lo que es llamativo es que, las regiones sólo cuenten con 1.000 millones de euros más para destinar a sus enfermos o a la compra de material sanitario, y que además, esta cuantía estuviera hasta ayer supervisada por el Ministerio de Sanidad —puede que ya por María Jesús Montero—. De hecho, las autonomías sólo han recibido 300 millones de euros de ese fondo de contingencia, y está por ver si llegarán a sus manos los otros 700 millones que faltan. Si tenemos en cuenta que el Gobierno sigue presumiendo de "movilizar" 200.000 millones de euros para paliar la crisis, estamos hablando de que apenas el 0,15% de esa ingente cantidad de dinero habría llegado a los sistemas sanitarios autonómicos a día de hoy.
Hay otra cuantía de 210 millones de euros para las CCAA que anunció el pasado 19 de marzo el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que también está en el aire. El propio Gobierno publicaba ese mismo día un resumen de sus medidas económicas contra el coronavirus y no había ni rastro de esos 210 millones, por lo que, quizá, están dentro de las partidas anunciadas y no es ningún extra. Aún así, se trataría de una cantidad irrisoria a repartir entre las regiones, teniendo en cuenta que su presupuesto total para sanidad fue de 62.000 millones de euros en 2019. Aunque los 210 millones fueran dinero contante y sonante nuevo para las autonomías, sumado a los 300 millones anteriores, apenas llegan al 1% del presupuesto autonómico y ni al 3% del gran plan de Sánchez.
En la siguiente tabla se observa el presupuesto de los últimos 12 años que ha destinado cada autonomía a sanidad, siendo Andalucía, Cataluña y Madrid las que ostentaron cuantías más elevadas.