La Universidad Politécnica de Valencia ha realizado una modelización epidemiológica del coronavirus que, a fecha 21 de marzo de 2020 y partiendo de la información disponible, estima que el pico de la curva de contagios se alcanzará en torno al día 16 de abril, casi un mes después de que el gobierno anunciase el estado de alarma.
El modelo de la Universidad Politécnica de Valencia emplea datos oficiales del ministerio de Sanidad y cubre toda la muestra de contagiados hasta el 20 de marzo. A la luz de la información disponible, y habida cuenta de la elevada incertidumbre que rodea todo lo relacionado con la pandemia, los investigadores de la UPV arrancan su análisis con una estimación conservadora, que permite estimar cómo evolucionarán los casos hasta el 24 de marzo.
Para dicho intervalo, se plantean tres posibles escenarios. En el mejor escenario, el total de contagiados será de 31.445 personas. En la situación intermedia, el número de positivos ascendería a 49.897. Si se diese el peor supuesto, hablaríamos de un total de 73.963 españoles afectados por el COVID-19. La estimación puede verse en el siguiente gráfico y muestra lo difícil que es acotar los cálculos ante una situación tan delicada como la actual.
Pero esa enorme variabilidad no impide estimar cuándo se alcanzará la curva: solamente complica estimar cuánta gente estará contagiada cuando el virus deje de extenderse y el confinamiento empiece a arrojar frutos. Por lo tanto, a la luz de los datos de la UPV, es posible hacer una estimación sobre el punto de inflexión de la pandemia que estamos sufriendo.
Los investigadores consideran que el pico (definido como el día a partir del cual empezará a bajar el número de infectados y de casos confirmados) llegará entre los días 11 y 21 de abril. Que la fecha sea una u otra tiene mucho que ver con el número de positivos: el escenario con más contagiados es también el que se invierte más temprano, y viceversa. Por otro lado, la cifra total de positivos oscilaría enormemente dependiendo de cuál de los tres escenarios se materializa.
El tiempo dirá si se cumplen estas previsiones, pero sería un error pensar que el pico es sinónimo del fin del confinamiento. En realidad, es solo el principio del fin, porque una vez se invierte la curva es necesario al menos otro mes para regresar a un número de contagiados similar al que tenemos hoy. Por lo tanto, con los datos de la UPV en la mano, todo apunta a que las medidas de aislamiento se pueden prolongar durante al menos dos meses, ya que solo entonces se habrá alcanzado el pico de contagiados (11 a 21 de abril) y habrá empezado a darse una reducción significativa en el número de positivos (segunda mitad de mayo). Bajo este supuesto, el regreso a algún tipo de normalidad combinada con medidas selectivas de aislamiento se materializaría en el mes de junio.