El Gobierno ha aprobado reformar la normativa sobre inversiones exteriores para impedir que empresas de países de fuera de la Unión Europea puedan hacerse con el control de entidades españolas en sectores estratégicos aprovechando la caída de su cotización por el coronavirus, de forma que no podrán adquirir más de un 10% del capital social de las compañías españolas.
Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al término del Consejo de Ministros, en el marco de las medidas de estímulo económico para mitigar el impacto del coronavirus en el tejido productivo español.
Sánchez ha detallado que en el Real Decreto aprobado este martes se ha reformado la normativa sobre inversiones exteriores "para impedir que empresas de fuera de la UE puedan hacerse con el control de entidades españolas en sectores estratégicos aprovechando la caída conyuntural de sus acciones en esta situación de crisis económica y de extrema volatilidad los mercados financieros".
El Estado mantenía históricamente un mecanismo llamado de acción de oro para evitar que las empresas españolas que operasen en sectores estratégicos cayeran en manos de compañías extracomunitarias aprovechándose de su menor valor en Bolsa, pero esta prerrogativa fue derogada por exigencia de Bruselas, amparándose en el principio de reciprocidad.
De esta forma, el Gobierno suspenderá las operaciones cuando el inversor pase a ostentar una participación igual o superior al 10% del capital social de la sociedad españolas, o cuando debido a la operación societaria, acto o negocio jurídico se tome el control de la misma.
Fuentes del Gobierno han detallado que los sectores contemplados bajo esta restricción son las infraestructuras críticas, las tecnologías críticas y productos de doble uso, los suministros o los sectores con acceso a información sensible, como información personal o datos, así como los medios de comunicación.
Por otro lado, ante la pregunta de si el Gobierno se plantea nacionalizar empresas, como han sugerido países como Francia e Italia, Sánchez simplemente ha señalado que es "importante volver a subrayar lo obvio", que se trata de una pandemia que se va intentar detener "lo más rápido posible" para que las consecuencias económicas y sociales duren "lo menos posible".