El Banco de España publicó hace unos días un adelanto de su próximo informe trimestral en el que presenta un cálculo referido a la incertidumbre regulatoria que rodea al sector del automóvil. Este ejercicio confirma que las informaciones contradictorias sobre la legislación que afectará a los coches de gasolina o diésel se han disparado en los últimos años, incidiendo negativamente en las ventas del sector.
Tal y como recuerda el regulador, "entre comienzos de 2016 y mediados de 2018, las matriculaciones de automóviles particulares en España crecían a tasas interanuales, en promedio, del orden del 5%. A partir de entonces, comenzaron a registrar un comportamiento notablemente más desfavorable, hasta experimentar una caída superior al 11% en el conjunto de 2019".
El siguiente gráfico muestra que, en efecto, el enfriamiento de la economía en 2019 ha desacelerado el consumo duradero, que llegó a estar en terreno negativo durante parte del año pasado, hasta cerrar el curso en terreno neutral. Sin embargo, en el caso de las matriculaciones de particulares se han dado caídas de hasta un 15% que rompen la tradicional cercanía entre este tipo de compras y el conjunto de la demanda clasificada dentro de esta categoría.
Desde el punto de vista regulatorio, el Banco de España ha medido la evolución de la incertidumbre consultando siete diarios de prensa escrita y midiendo con qué frecuencia han publicado artículos que contengan las palabras "diésel y gasolina", "coche eléctrico", "restricciones de tráfico", "Madrid Central" o "WLTP".
El resultado es una curva devastadora para los consumidores que están a la espera de hacerse un automóvil y para las empresas que están deseando despachar vehículos de nueva fabricación, puesto que revela que el volumen de menciones a estos conceptos se ha disparado y se sitúa entre cinco y nueve veces por encima de lo observado hace apenas cuatro años.
Esto ha hecho que, casi de forma inmediata, se produzca un desacople entre la evolución real de las matriculaciones de vehículos particulares y la proyección que manejaba el sector en ese mismo indicador. Aunque la tendencia venía siendo claramente alcista e invitaba a esperar un crecimiento sostenido, la evolución ha sido desfavorable y ha confirmado un cambio a peor en la facturación del ramo.
Si comparamos la previsión sectorial con los datos reales de ventas, encontramos que, desde enero de 2019, las ventas se están quedando entre 10.000 y 15.000 coches por debajo de lo que el sector descontaba.
De modo que, como bien ha demostrado este adelanto del próximo boletín del Banco de España, la cascada de rumores sobre el futuro regulatorio del sector automovilístico está afectando de forma muy directa a la automoción, cuyas ventas se han resentido casi de forma inmediata ante las dudas al tratamiento normativo que prepara la ministra del ramo, Teresa Ribera, para el sector del transporte por carretera.