Las peluqueras trabajan a destajo y sin separarse del secador y las tijeras. Tienen los brazos doloridos, pero no se separan del secador ni de sus tijeras. No pueden si quieren seguir con su salón abierto. El chorreo de gastos a los que tienen que hacer frente mensualmente las eleva a la categoría de heroínas. Están intentando no terminar ahogadas por la voracidad de los impuestos que padecen por parte de la Agencia Tributaria.
Ahora intentan capear el último embiste del nuevo Gobierno. PSOE y Podemos suben el Salario Mínimo Interprofesional. Una cantidad, 950 euros, que como ellas mismas dicen "no llegan ni a cobrar ellas". Apenas están obteniendo beneficios y denuncian que "están siendo explotadas por el Estado".
Alquiler de local, luz, electricidad, coste de productos y mantenimiento, unido a los elevados tributos que han ido subiendo los tipos en los últimos años (IVA, IRPF, coste de cuota de autónomos, gastos de asesoría, coste del trabajador) han propiciado el cóctel perfecto para abocarlas a la clausura de sus locales. Y ya está pasando.
Desde 2012, echan el cierre definitivo entre 8.000 y 9.000 peluquerías al año en datos de AUPA. Gelines San Juan, una peluquera de León, recuerda que desde que Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda subiera el IVA 13 puntos a las peluquerías, pasando del 8 al 21%, "no han levantado cabeza en el sector".
"El IVA nos machacó en 2012, y es que vamos a peor. Los políticos no entienden que subirnos los impuestos o la subida del Salario Mínimo Interprofesional nos lleva al paro. Está siendo tremendo, terrorífico, y con el consiguiente despido de empleados. Yo tenía dos peluqueras y las he tenido que despedir. Ahora mismo estoy sola. No me ha quedado otra".
Gelines comenta a Libertad Digital que ella y sus compañeras de profesión las están pasando canutas y sufren jornadas laborales interminables para hacer frente a las nuevas imposiciones y regulaciones del Fisco o el Ministerio de Sanidad. "Nos vamos a pique. Para salir adelante tiene que estar la peluquería abierta todos los días sin parar ni un minuto. Lo estamos pasando muy mal. Compañeras mías solo tienen beneficios 100 euros al mes", lamenta la profesional.
Del mismo padecimiento tributario que Gelines se queja Amelia Porras. En su salón, peluquería Nayan (Burgos) han tenido que recurrir al despido de varias peluqueras. "Yo tenía cuatro empleadas y solo me queda una peluquera que la tengo a media jornada. Ha sido por la subida de impuestos en los últimos años, nos han masacrado a los autónomos y lo siguen haciendo. Estamos arruinadas, somos como esclavas del Estado, Hacienda nos explota. El Salario Mínimo es imposible de pagar, no se puede con todo de ninguna de las maneras. He conseguido mantener solo a una empleada a costa de quitarme mi sueldo".
Amelia narra a este diario que llevaba 20 años trabajando por cuenta ajena hasta que con ilusión empezó una nueva andadura abriendo su propia peluquería. Su gozo cayó en un poco al poco tiempo, y con ello comenzó su peor pesadilla: "Nos han subido IVA, asado a impuestos...(resopla). Los precios no podemos subirlos al mismo nivel que suben los tributos".
Las peluquerías tienen que hacer auténticos malabares para sortear los escollos y las zancadillas de las políticas de turno. Entre corte y corte de pelo, a veces, lo que las salva "son los tintes". Es lo único que deja algo más dinero, nos dice Amelia, "pero si descontamos mano de obra y gastos se nos queda en nada la ganancia".
La peluquera explica que para poder sacar un salario para ella tiene que estar con la peluquería abierta de lunes a sábado diez horas al día y sin un minuto de descanso. "En el momento que haya un hueco sin tener clientes estamos ya en deuda, en números rojos. No podemos estar paradas ni un minuto. Los autónomos muy pocos meses llegamos a cobrar un salario. Esto es lo comido por lo servido".
Gelines deja claro que supone un enorme desembolso el tener solo una peluquera que le ayude de vez en cuando: "Por tener una chica que viene los viernes a ayudarme, tengo que pagar también la ley de Protección de Datos año tras año, los riesgos laborales que son 300 euros anuales, después el IRPF, el mío, el de ella, el IVA... No podemos más. Yo llevo 28 años como autónoma y cuando empecé no era así. Antes tenía una alegría cuando venía a trabajar en el año 92, venía con ilusión, pero conforme han pasado el tiempo todo ha cambiado todo muchísimo. En España el Estado te come cada vez más", señala.
Hacienda es el coco
Hacienda no entiende de enfermedades, ni de bajas cuando se trata de ser autónomos. El miedo entre las peluqueras va en aumento conforme se acercan los pagos trimestrales. "Vivimos aterradas porque a Hacienda le da igual si tenemos para comer o no. Tampoco si estamos enfermos".
Gelines nos cuenta que tuvo cáncer y le dieron la baja para tres meses, pero volvió a su peluquería a los 20 días. Se vio obligada porque de lo contrario no comía ni ella ni sus empleadas. "Los autónomos en España estamos hechos de otra pasta porque vivir con este sufrimiento e incertidumbre es insoportable para cualquier mortal".
Amelia también incide en la falta de ocio y vacaciones. Ella no deja el secador ni las tijeras ni cuando está enferma, y como Gelines también vive atemorizada cuando llega el trimestre en el que tiene que hacer frente al IVA. Cuando se acercan las fechas del pago de impuestos, las peluqueras nos cuentan que sienten como si viniera el Coco. "Tienes que tener esa previsión y, si no, pues te puede pasar de todo. Recuerdo una vez que me quedé sin agua caliente en el local. No tenía dinero para comprar una caldera, eran 500 euros pero tuve que buscarme la vida sino tenía cerrar".
Porras insiste en mandar un mensaje que cale de una vez por todas entre las filas del nuevo gobierno de izquierdas: "Subir impuestos y el SMI nos aboca al paro a todas. Yo no puedo pagarle más a mi empleada, ojalá pudiera. Pero el coste por trabajador que pagamos los empresarios es muy alto. Para que un empleado me pueda salir rentable mínimamente tiene que hacerme 2.000 euros porque su coste total entre salario y lo que pago por él es de 1.400 euros o más. Bajen los impuestos y verán como nos ayudan a toda la clase trabajadora", reclama.
Bajada del IVA a peluquerías
La bajada de tributos selectiva como es el caso del IVA cultural con un gravamen del 10%, es un hecho que no entienden en la industria de la imagen y estética. Tanto la asociación Autónomos Unidos Para Actuar (AUPA) como la plataforma Alianza por la Bajada del IVA al 10% compuesta por organizaciones empresariales, marcas de peluquería, proveedores y fabricantes, ferias sectoriales y clubes profesionales, van a reclamar al Gobierno de Pedro Sánchez la bajada de impuestos inminente.
Desde Alianza opinan que hay una gran discriminación: "La gran mayoría de las actividades económicas a las que se aplicó la subida se han beneficiado de sucesivas bajadas, como ha ocurrido en el sector de la cultura, los espectáculos y el cine, las discotecas, las floristerías o los servicios funerarios, entre otros. De hecho, mientras en 2019 el PIB español creció un 2,3% en precios corrientes, el impacto negativo del IVA sobre el sector de las peluquerías ha seguido deteriorando su situación económica y el volumen de facturación del sector cayó un 0,7% en el pasado ejercicio con respecto al año anterior. Unos datos que evidencian que, después de 5 años consecutivos de incremento del PIB español, el sector de las peluquerías no sólo no ha recuperado competitividad, sino que sigue retrocediendo, quedando completamente al margen del proceso de recuperación y del cambio de ciclo de la economía española. La consecuencia del injusto tratamiento fiscal del IVA en las pymes dedicadas a la peluquería, que supone un agravio comparativo frente al resto de sectores que ha recuperado el IVA reducido durante los últimos años", finalizan en su comunicado.