La demagogia, como la mentira, tiene las patas muy cortas. Podemos nació en 2014 con la firme promesa de acabar con la denominada "casta política", en referencia a los representantes de los partidos tradicionales. Sin embargo, los comunistas apenas han tardado cinco años en formar parte de la misma "casta" que tanto criticaron en su día por cobrar altos sueldos, vivir en grandes casas, aislados de la mayoría de la población, y agarrarse al cargo contra viento y marea.
Todo lo que ayer era motivo de reproche y censura ya ha sido asumido completamente por la cúpula de Podemos, empezando por su líder, Pablo Iglesias. El nuevo Código Ético que pretende aprobar el partido morado en la asamblea que tendrá lugar a finales de este mes borra de un plumazo las grandes restricciones que imponía a sus altos cargos, como son la limitación de sueldos y mandatos.
Subida de sueldo
Podemos llegó a la política aupado por un agresivo discurso contra la "casta" y sus "privilegios", entre los que destacaba el cobro de elevadas remuneraciones, según blandía entonces Iglesias. Prueba de ello es que su desembarco en el Parlamento de la UE se estrenó con la promesa de recortar el sueldo de los europarlamentarios, al tiempo que los representantes de Podemos no podrían cobrar más de 1.930 euros al mes, el equivalente a tres salarios mínimos en 2014 (650 euros al mes).
Y todo ello en base a que la mayoría de familias españolas cobran mucho menos.
Esta es la razón por la que el actual Código Ético de Podemos recogía la siguiente condición:
Todos los miembros de Podemos aceptarán la limitación salarial genérica de tres salarios mínimos interprofesionales (SMI), que se obtendrán por la totalidad de sus funciones en puestos profesionales, de elección, de representación o nombramientos derivados directa o indirectamente de su pertenencia a Podemos.
Este umbral inicial fue modificado posteriormente al alza aprovechando el desarrollo del Reglamento Económico para Cargos Electos Autonómicos, al permitir la suma de medio salario mínimo por cada hijo o cargas especiales, hasta un máximo de 2 SMI adicionales. Pero el nuevo Código Ético flexibiliza aún más dicho tope al señalar lo siguiente:
Debido al incremento del SMI desde la llegada de Podemos a las instituciones, y ante la perspectiva de que este continúe aumentando, el SMI deja de ser un marco de referencia válido para la limitación salarial de nuestra organización. A partir de ahora, las donaciones serán realizadas mediante porcentajes del salario percibido en función de las responsabilidades asumidas.
Así pues, desaparece la limitación genérica de tres sueldos mínimos. A partir de ahora, en caso de que se apruebe la propuesta de Iglesias, el salario de los representantes de Podemos será el que se establezca para cada nivel de responsabilidad, y, aunque por el momento se desconoce su cuantía, "todos los cargos públicos seguirán donando mensualmente un porcentaje de su salario" al partido o a sus proyectos sociales, que oscilará entre "un mínimo de un 5% y un máximo del 30%" en función de si tienen hijos o familiares a cargo, "discapacidad o responsabilidad", según las fuentes de la formación consultadas por Efe.
Al tener tres hijos, y partiendo del salario mínimo de 950 euros, Iglesias cobraría actualmente 4.275 euros al mes en 14 pagas, haciendo un total de 59.850 euros brutos al año. El sueldo oficial como vicepresidente del Gobierno asciende, sin embargo, a 5.571 euros al mes (77.991 euros brutos al año). Mientras que a su pareja Irene Montero le corresponden 5.229 euros al mes en 14 pagas, un total de 73.221 euros, por ejercer su cargo de ministra. De este modo, los sueldos públicos que entran en la familia Iglesias-Montero podrían pasar de 8.550 euros mensuales a un máximo de 10.800. Cifras, en todo caso, muy alejadas de los 1.930 euros al mes que anunció Iglesias cuando entró en política en 2014.
Mandato indefinido
Otra diferencia sustancial es la limitación de cargos. Hasta ahora, el Código Ético de Podemos contemplaba un máximo de doce años.
La limitación de mandatos a ocho años para todos los cargos públicos y cargos internos del partido, con posibilidad de prorrogarse excepcionalmente a un máximo de doce años.
El nuevo texto, por el contrario, amplía los mandatos de la cúpula de forma indefinida, previa "consulta" en el seno del partido.
La limitación de mandatos a ocho años para todos los cargos públicos y cargos internos del partido, con posibilidad de prorrogarse excepcionalmente a doce años. Más allá de dicho plazo, la prórroga estará supeditada a consulta a las personas inscritas.
Y ello a pesar de que en una reciente entrevista Iglesias insistía en el carácter eventual de su responsabilidad política, al señalar lo siguiente:
Sigo pensando que en la política se está de paso y que yo soy profesor de Ciencia Política y presentador de programas minoritarios. Y eso es lo que yo soy. Esto de hacer política y eventualmente gobernar tendrá que ser una etapa que más tarde o más temprano se termina.
Varios cargos
Iglesias también acabará con "la limitación para acumular cargos para el ejercicio de más de una función pública o de más de un cargo interno" que regía hasta el momento, lo cual permitiría a su cúpula compaginar dos o más puestos a la vez, tal y como ya sucede con sus ministros y secretarios de Estado, dado que mantienen sus actas de diputados.
Casa de lujo
Y ello sin olvidar que el líder de Podemos afirmaba en 2015 que "los políticos que viven en chalets son peligrosos", tras prometer que él seguiría viviendo en su piso de Vallecas por mucho que algún día llegara al Gobierno. Poco tiempo después se comparaba junto a Montero el ya famoso chalet de Galapagar, por un importe superior a los 600.000 euros.
Falta de transparencia
Por último, aunque no menos importante, Podemos también se vanagloriaba de la "obligación de rendir cuentas públicamente", de modo que sus altos cargos prometían "total transparencia en lo relativo a sus ingresos (por cualquier concepto) y a la gestión de su patrimonio, tanto a lo largo del ejercicio de su actividad como al final de ella".
La última nómina de Pablo Iglesias que ha publicado el Portal de Transparencia de Podemos es de junio de 2017, mientras que la última declaración de bienes que consta en dicha web, presentada en 2018, no recoge el valor catastral de su gran chalet.
Los "anticasta" de Podemos se han terminado convirtiendo en la nueva "casta".