El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar una versión actualizada de su estudio de la Contabilidad Regional, un proyecto que ofrece datos de la evolución del PIB autonómico desde el año 2000 hasta el 2018, último con datos disponibles. El informe presenta importantes diferencias en la evolución relativa del PIB per cápita de las distintas comunidades de nuestro país.
De entrada, resulta llamativo que tanto Baleares como Canarias se sitúan a la cola del ranking en lo tocante a la evolución de su PIB per cápita. En el año 2000, las islas mediterráneas registraban un PIB por habitante equivalente al 125,8% de la media nacional, mientras que el archipiélago atlántico se anotaba un 97,8% en el mismo indicador. Sin embargo, estos porcentajes habían caído al 107,6% y al 81,2% en el curso 2018. Esto implica un descenso del 14,5% y del 16,9% en el PIB per cápita relativo de ambas autonomías isleñas, lo que invita a pensar que la insularidad está contribuyendo negativamente a sus indicadores de convergencia con el promedio nacional o las comunidades más ricas.
Si nos centramos exclusivamente en las comunidades autónomas peninsulares, podemos apreciar dos casos de estudio muy distintos. En el extremo superior, Galicia mejora su PIB per cápita un 16,1% desde el año 2000, pasando del 77,6% al 90,1% del PIB per cápita nacional. En la banda baja del ranking, la Comunidad Valenciana sufre un retroceso en este mismo indicador, que cae un 8,5% y pasa del 95,3% al 87,2% del PIB per cápita nacional.
Extremadura merece también una mención, puesto que sus niveles de PIB per cápita siguen muy por debajo del promedio nacional (73%), pero se sitúan por encima de las cifras del año 2000 (63,5%), tras experimentar el segundo mayor crecimiento de todas las autonomías en términos de convergencia de PIB por habitante (un 14,9% más).
Madrid y Cataluña, en extremos opuestos
De nuevo, Madrid y Cataluña son protagonistas por motivos diametralmente opuesto. Mientras que la región de la capital española pasa del 133,8% al 136,2% del PIB per cápita, una subida del 1,8%, en la autonomía mediterránea se produce una evolución del 121,7% al 118,3%, lo que supone un descenso del 2,8%.
También llama la atención el desempeño de Andalucía y de Castilla y León. El PIB per cápita de ambos territorios ascendía en el año 2000 al 74,2% y al 90,6% del promedio nacional. Desde entonces, Andalucía mejora solamente al 74,3% (un magro crecimiento del 0,1%), mientras que Castilla y León consigue una subida hasta el 93,4% (un repunte del 3,1%).