Se confirman los rumores del sablazo fiscal que está orquestando el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El Ministerio de Hacienda ha avanzado este viernes su intención de establecer un nuevo impuesto especial sobre el transporte aéreo y otro tributo para gravar los artículos de plástico "de un solo uso destinados a contener y proteger bienes o productos alimenticios".
En concreto, el Ministerio de Hacienda ha sometido a consulta pública a través de su página web dos documentos relativos a estos dos nuevos tributos para que las organizaciones y asociaciones más representativas potencialmente afectadas por la futura norma, como cualquier ciudadano, puedan hacer llegar sus comentarios en los próximos 15 días.
Hacienda explica que "estas medidas se enmarcan en el debate desarrollado a nivel internacional sobre la necesidad de dotar de mayor peso a los impuestos medioambientales para luchar contra el cambio climático, avanzar hacia una transición energética sostenible y promover la implantación y uso de tecnologías más respetuosas con el medio ambiente".
Garzón, a por la comida basura
Por otro lado, el Ministerio de Consumo ha anunciado un plan integral de alimentación saludable que abordará cuatro asuntos como son: el etiquetado, la fiscalidad, la publicidad y la formación e información para incentivar el consumo de productos saludables. Las patronales ya advirtieron a Libre Mercado que gravar la fiscalidad a los productos procesados y la comida rápida "afecta a los consumidores más desfavorecidos". Para esta categoría de productos podría establecerse un IVA del 21%.
Además, Garzón impulsará un sistema de etiquetado frontal sobre la calidad nutricional. Así, lo ha asegurado el ministro de Consumo en su primera comparecencia parlamentaria en la Comisión correspondiente del Congreso para desgranar las líneas generales de su departamento en la que ha avanzado un plan integral de alimentación saludable.
El ministro ha explicado que su departamento estudia fórmulas para introducir el sistema de etiquetado frontal sobre la calidad nutricional de los alimentos, que en diferentes modalidades ha sido eficaz en otros países como Chile, Francia o Portugal, al ser un código de fácil comprensión para ayudar a las familias a mejorar su dieta. Ha abundado en que el Ministerio analizará "con rigor" cuáles son las ventajas e inconvenientes de los sistemas que ya están implantados en otros países con el fin de conocer cuál es el adecuado para España.
"Un etiquetado que incentive el consumo saludable y desincentive el que es perjudicial", ha dicho el ministro.
En cuanto a la fiscalidad, ha incidido en que presentará medidas para favorecer el consumo de productos saludables en coordinación con el Ministerio de Hacienda.
Garzón ha explicado que la información comercial dirigida al púbico infantil que estimula el consumo de productos no saludables tiene que ser regulada.