La audiencia ante Magistratura de Trabajo en la que Carlos Ghosn pretende reclamar a Renault un finiquito de jubilación de 250.000 euros tras su abandono abrupto de las riendas del grupo automovilístico francés en enero de 2019 se celebrará el próximo 17 de abril.
La instancia de contenciosos laborales de Boulogne-Billancourt (la ciudad del extrarradio de París donde tiene su sede social Renault) aceptó la petición de los abogados de Ghosn para aplazar la audiencia, explicaron a Efe fuentes próximas al exdirectivo.
Una petición para preparar la defensa, sobre todo después de que los letrados del constructor automovilístico hayan presentado un dossier de argumentación de su posición contra la atribución de la indemnización al que fuera su consejero delegado.
Ghosn considera que tiene derecho a esos 250.000 euros (equivalentes a tres mes de salario) porque cuando dejó la empresa hace ahora algo más de un año tenía 22 años de antigüedad como empleado.
La compañía, sin embargo, sostiene que desde 2005 había dejado de ser un asalariado al asumir el puesto de consejero delegado.
Otra demanda en curso
Más allá de este procedimiento, el antiguo "número uno" prepara también otra demanda que sus abogados van a formalizar próximamente y que debería dilucidarse ante el Tribunal de Comercio de París para reclamar una pensión de cerca de 800.000 euros anuales y acciones a cuenta de los resultados obtenidos en 2015 y en los años siguientes.
Ahí la cuestión fundamental será determinar si el abandono de las responsabilidades de Ghosn en enero de 2019, cuando estaba detenido en Tokio, acusado de fraudes y malversaciones en Nissan, fue una dimisión —como afirma Renault— o no.
Según la versión del antiguo consejero delegado, se retiró "para permitir a Renault funcionar normalmente" algo que no era posible en la medida en que él estaba encarcelado desde noviembre de 2018, pero "decir que fue una dimisión, es travestir la realidad".