Tras aprobar la senda de estabilidad, el techo de gasto no financiero y la actualización del cuadro macroeconómico, queda muy claro que la perspectiva del Gobierno no es otra que más gasto, más impuestos, más déficit, más deuda, menos crecimiento y más desempleo. Esto sólo es una descripción de lo contenido en la información suministrada por el Gobierno en la rueda de prensa del Consejo de Ministros.
Así, el crecimiento económico para 2020 ha pasado de un 2,3% previsto en el momento de la moción de censura, al 1,9% cuando, en abril de 2019, el Gobierno envió la actualización del programa de estabilidad; al 1,8% previsto en octubre por el Gobierno y al actual 1,6%. Esto significa un descenso de casi un tercio en dicha previsión de crecimiento.
Además, la previsión de déficit público para 2020 no deja de subir: desde el 0,5% acordado con Bruselas por el Gobierno de Rajoy, al 1,1% de abril, el 1,7% de octubre, hasta el 1,8% actual.
Eso ha provocado un menor ritmo de disminución de deuda pública. Hemos pasado de una previsión, para 2020, del 92,4% para 2020 (mayo de 2018), al 94% (abril de 2019), al 94,6% (octubre de 2019 y cuadro macro actual).
Más déficit y más deuda que vendrán acompañados de más impuestos, como ya ha anunciado el Gobierno muchas veces. Sin embargo, con este crecimiento de gasto, será difícil que consigan incrementar tanto la recaudación como para cumplir con dicho objetivo del PIB, incluso aunque lo hayan flexibilizado, pues el gasto lo aumentan, desde 2018, en más de 7.000 millones de euros. No parece que la recaudación vaya a evolucionar en ese sentido.
Por otra parte, como consecuencia de todo ello -menor crecimiento, más gasto, más impuestos, más déficit y más deuda- resulta preocupante la subida de la previsión de la tasa de paro. Así, del 12,3% que se estimaba desde antes de la moción de censura hasta este momento, sube hasta el 13,6%. Eso significan 1,3 puntos porcentuales, que equivalen a alrededor de 300.000 parados más para 2020.
Y con todo, el broche final es la renuncia del Gobierno al equilibrio presupuestario. Así, de esta manera, cuando el Gobierno de Rajoy esperaba alcanzar un superávit del 0,1% del PIB en 2021, ahora para dicho año la sitúan en el 1,2%, con déficit también en el último año de la senda y de la legislatura (0,9%). El Gobierno apuesta por más gasto, más impuestos, más déficit, más deuda, y eso provoca menos crecimiento y más paro, según sus propias estimaciones. Peligrosa apuesta en un momento de desaceleración económica cada vez más intensa.