La patronal mundial de las empresas de operadores móviles, GSMA, ha acordado la cancelación del Mobile World Congress (MWC) de 2020. El evento, previsto como cada año en Barcelona, había sufrido una oleada de cancelaciones en los últimos días, ligada al temor que ha despertado la epidemia del coronavirus.
Entre las sociedades que se desmarcaron del MWC nos topamos con LG, Amazon, Facebook, Nokia, BT, Ericsson, Sony, Cisco, Intel, Rakuten, Vodafone, Orange, Deutsche Telekom, AT&T… Una larga lista de cancelaciones que no pudo frenarse ni siquiera con el anuncio de que se tomarían medidas especiales para garantizar la seguridad sanitaria del evento.
La cita debía haber echado a andar el 24 de febrero y debía haber marcado un récord de participación, con 110.000 asistentes llegados de doscientos países y jurisdicciones. Se esperaba que esta edición, la número quince que acoge la Ciudad condal, generase un impacto económico de casi 500 millones de euros.
¿Quién paga la factura?
Evidentemente, la cancelación de la cita abrirá una guerra entre las distintas partes involucradas, puesto que será preciso aclarar qué entidades deberán asumir los costes asociados a la cancelación del evento.
Hay, en esencia, dos tesis encima de la mesa: la que sostiene que, al haber sido la organización la que ha anulado el congreso, deberá ser ella la encargada de asumir las indemnizaciones correspondientes, y la que mantiene que dicha factura deberá repartirse, puesto que las empresas que han cancelado unilateralmente su asistencia tendrían que asumir el coste que habían negociado en concepto de los servicios y del alquiler de espacios que habían apalabrado. Como el registro para la edición de 2020 se abonó el pasado año, GSMA baraja la posibilidad de que ese mismo pago sirva como señal para el registro en el congreso de 2021.
Hay otros costes, no obstante, que requerirán distintas estrategias de renegociación. Por ejemplo, entre muchos hoteles de Barcelona ha calado la idea de que tiene sentido "trasladar" las reservas de 2020 a 2021, puesto que mantener la fidelidad de los clientes que acuden al MWC es una prioridad absoluta entre muchos de estos establecimientos. Pero esta renegociación depende también de GSMA, puesto que es la agencia oficial del congreso la que canaliza el grueso de las 28.000 habitaciones que estaban ya reservadas.
Pero, en cualquier caso, las pérdidas para el sector serán cuantiosas. La hostelería factura más en estas fechas que en plena temporada alta, porque el pago medio por habitación asciende a 3.600 euros (unos 100 millones de euros en total). Por otro lado, los apartamentos turísticos facturan una fracción de dicha cifra (cerca de 15 millones), pero obtienen por esta vía casi el 5% de su cifra anual de negocios.