La multinacional energética española Repsol ha sido protagonista en las páginas salmón estos días con motivo del intento de enredar de Nicolás Maduro. El tirano deslizó a traves de una agencia internacional de noticias la intención de la dictadura venezolana de buscar empresas privadas que saquen la empresa Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA), de la situación ruinosa que mantiene. Aquella información apuntaba a distintas multinacionales de los hidrocarburos como candidatas perfectas para la operación y, entre ellas aparecía Repsol.
Al mismo tiempo, el Gobierno norteamericano advertía de posibles sanciones a las multinacionales que mantienen intereses en Venezuela contrarios al régimen de sanciones que mantienen sobre la tiranía caribeña de Maduro. Y, cómo no, Repsol también salió a relucir.
La polémica nace de una terrible realidad: que el régimen Chavista de Maduro ha terminado por ahogar una industria que hace algo más de dos años lograba producir más de tres millones de barriles de petróleo al día y, ahora, a duras penas consigue sacar 700.000. Es la incapacidad de la tiranía de Maduro de hacer rentable la empresa petrolera que explota la mayor bolsa de petróleo del mundo. El suelo de Venezuela esconde la mayor reserva de crudo del mundo, pero la burocracia, la corrupción y, en definitiva, el socialismo, ha terminado por arruinar la principal empresa petrolífera del país.
Ante esta situación, el tirano Maduro lanzó el señuelo a la rusa Rosneft, la italiana Eni y a Repsol, según publicó Bloomberg.
Actualmente, Repsol recibe petróleo venezolano como pago de deudas contraídas por PDVSA. Esta modalidad de pago permite a Repsol no saltarse las sanciones impuestas a la tiranía de Maduro por parte de Estados Unidos. Es más, como rezan los propios informes de la compañía, Repsol ya ha puesto en marcha "medidas necesarias para continuar su actividad en Venezuela, incluyendo la recepción periódica de crudo en pago de deudas, con pleno respeto a la normativa internacional de sanciones, y está haciendo un seguimiento constante de su evolución y, por tanto, de los eventuales efectos que pudiera tener sobre las señaladas actividades".
Pues bien, según ha podido saber Libertad Digital de fuentes de toda solvencia, la compañía española no va a comprometer ni un sólo euro más en Venezuela. Las mismas fuentes recuerdan que Repsol ha ido reduciendo su exposición patrimonial en el país y no pasa por sus planes comprometer más inversiones.
La postura de Repsol no es de extrañar, ya que Venezuela es un país donde la seguridad jurídica brilla por su ausencia. En el último trimestre del pasado 2019 Repsol volvió a reducir su exposición patrimonial hasta los 351 millones de euros. Además, la compañía ya ha provisionado más de 1.000 millones de euros.
La experiencia de Repsol
Repsol es una compañía que ya ha vivido en carne propia cómo las gasta el llamado "socialismo del siglo XXI", lo que en Argentina podría traducirse como peronismo, o kirchnerismo, después de la expropiación de YPF en 2012.
No obstante, estas fuentes también recuerdan que el suelo Venezolano esconde las mayores reservas de crudo del mundo y que, por lo tanto, una compañía como Repsol debe seguir de alguna manera en el país, pero, desde luego, no comprometiendo su patrimonio.
PDVSA España y Delcy Rodríguez
Curiosamente los medios venezolanos apuntan a una posibilidad. No sólo dan verosimilitud al deseo de Maduro de rescatar PDVSA mediante la intervención de algún grupo privado internacional, sino que vinculan la opción de Repsol a la estrambótica visita de Delcy Rodríguez a España y su polémica reunión con el ministro de Transportes, José Luis Ábalos en el aeropuerto.
Ha sido el editor del diario venezolano El Nacional, Miguel Enrique Otero, quien ha apuntado esta posibilidad: "Yo veo la llegada de Delcy Rodríguez como un asunto de política exterior española. Sánchez no recibió a Guaidó, independientemente de que lo haya reconocido. Venezuela está en dos vías con España: la reactivación del Grupo de Contacto para restablecer un diálogo que ha fracasado ya cuatro veces, y que sólo beneficia al régimen, y la privatización de PDVSA. En ese proceso Repsol es un actor fundamental", dijo Otero en una entrevista con Vozpopuli.
De momento, la compañía española no se plantea aumentar su exposición patrimonial en el país.