BBVA propondrá a la junta general de accionistas la renovación de parte de su consejo de administración, que supondrá la salida de José Manuel González-Páramo, Tomás Alfaro y Carlos Loring Martínez de Irujo, así como la entrada de Ana Revenga, Raúl Galamba y Carlos Salazar, tres nombramientos que permitirán al banco incrementar la diversidad del consejo, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Asimismo, BBVA propondrá a la junta la renovación de Lourdes Máiz Carro como consejera independiente y de Susana Rodríguez Vidarte como consejera externa.
El banco ha explicado que los cambios se enmarcan en el "proceso de renovación habitual y progresiva" del consejo y buscan fortalecer la diversidad de género, de conocimientos y competencias y fortalecer el perfil internacional del órgano social para que tenga "la composición más adecuada y equilibrada, de acuerdo con sus necesidades en cada momento".
En esta línea, con estos cambios BBVA alcanzará el 33% de mujeres consejeras, frente al 27% actual, a la vez que los miembros de nacionalidad extranjera representarán el 40%, frente al 20% de ahora, y se reforzarán competencias en áreas de conocimiento como la sostenibilidad, especialmente desde la perspectiva social y de ayuda al desarrollo, el sector financiero global y México.
Asimismo, diez de los quince miembros del consejo serán independientes, frente a los ocho actuales, por lo que la proporción de consejeros independientes pasará a representar más de dos tercios del total.
El consejo de administración de BBVA ha agradecido "la dedicación, la contribución y el compromiso" con la entidad de Carlos Loring Martínez de Irujo, Tomás Alfaro Drake y José Manuel González-Páramo –este último seguirá vinculado a la entidad como asesor externo–, cuyo mandato vence en la próxima junta, que se celebrará el 13 de marzo.
Los nombramientos están sujetos a la verificación por parte del Banco Central Europeo (BCE) de los requisitos regulatorios de idoneidad para el ejercicio del cargo de consejero.
Los nuevos consejeros
Respecto a los nuevos nombramientos, Ana Revenga Shanklin ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el Banco Mundial, en Washington, donde ocupó los cargos de senior director of Global Poverty & Equity y de deputy chief economist entre 1994 y 2017 y lideró proyectos relacionados con la economía global, la sostenibilidad, el impacto social de la actividad bancaria, la pobreza y la igualdad, el desarrollo humano y la igualdad de género.
Anteriormente, esta licenciada en Economía y Matemáticas con calificación magna cum laude, un máster y un doctorado en Economía por la Universidad de Harvard ocupó distintos puestos como investigadora en el National Bureau of Economic Research de EE.UU., como economista en el Banco de España y como profesora de economía internacional en el Centro de Estudios Monetarios y Financieros. Actualmente, es también vocal del patronato de la Fundación Microfinanzas BBVA.
De su lado, el portugués Raúl Galamba de Oliveira procede de McKinsey & Co., donde ocupó distintos puestos de responsabilidad como socio director responsable de España y Portugal, socio director responsable de la práctica global de riesgos y miembro del Consejo de Accionistas Global, con especial dedicación y especialización en servicios financieros. Es ingeniero de formación y durante su carrera ha estado destinado en Lisboa, Madrid, Nueva York y Hong Kong.
Finalmente Carlos Salazar Lomelín es consejero de BBVA México desde 2005, un puesto que conservará. En enero de 2019 fue nombrado presidente del Consejo Coordinador Empresarial de México. Cuenta con más de 45 años de experiencia en el sector privado, el mundo académico y organizaciones sociales en México, ocupando distintos puestos de responsabilidad entre 1973 y 2019 en la multinacional Femsa, donde llegó a ser director general entre 2014 y 2017.
Otros acuerdos
Por otro lado, BBVA someterá a la aprobación de sus accionistas las cuentas anuales, aplicación del resultado y gestión social del ejercicio 2019.
Además, el consejo propondrá a los accionistas la aprobación de un nivel máximo de remuneración variable de hasta el 200% del componente fijo de la remuneración total para los empleados cuyas actividades profesionales inciden de manera significativa en el perfil de riesgo del grupo.
La junta también deberá dar el visto bueno a la reelección de KPMG como auditor de cuentas para 2020 y se llevará a cabo la votación consultiva del informe anual sobre remuneraciones de los consejeros.