El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha visitado este martes los estudios de esRadio coincidiendo con la llegada de la subida del SMI al Consejo de Ministros y los malísimos datos de empleo que han arrojado las estadísticas de afiliación a la seguridad social y el paro registrado en los Servicios Públicos de Empleo.
La subida del SMI
Precisamente la reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional a 950 euros mensuales en catorce pagas ha sido uno de los puntos en los que más se ha detenido Garamendi en su entrevista en Es la Mañana de Federico. Ha recordado que al ser "una potestad del Gobierno", el margen de maniobra de su organización es limitada. Según ha dicho, con Fátima Báñez se acordó una subida del SMI "muy razonable" con sindicatos y patronal, pero ahora "se ha decidido una subida enorme" sin consensuar con nadie. Y esa subida del 22% que ya se puso en marcha en 2019 ha tenido "unos efectos muy negativos".
Derogación de la reforma laboral
En cualquier caso, Garamendi ha hecho hincapié en que uno de los aspectos más peligrosos de cuantos se están planteando es el de la derogación de la reforma laboral que puso en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy. Una reforma que "sirvió para crear empleo", tal y como han recordado los contertulios de Es la Mañana de Federico, Jesús Cacho, Francisco Rossell y Domingo Soriano, y que ahora está en peligro.
Garamendi ha llamado la atención sobre "eso que dicen de los aspectos más lesivos de la reforma laboral". Dice que habrá que ver en qué queda ese concepto, porque lo que teme es que al final la contrarreforma lo que haga es limitar la capacidad de adaptación de las empresas a la realidad económica y a las necesidades de competitividad en el mercado. Si eso se toca "vamos a tener un problema real".
En este sentido, y de cara a las negociaciones que prevé con el Gobierno y los sindicatos, Garamendi ha dicho que no va a aceptar ningún "trágala" en cuanto a la "eliminación de los aspectos más lesivos" de la reforma. Los puntos clave en la negociación ahora serán "el convenio sectorial, la ultraactividad, las externalizaciones y la subcontratación", porque "si esto se trata desde un punto de vista de reducir la flexibilidad de las empresas", de nuevo "vamos a tener un problema". Dicho esto, Garamendi insiste en que la CEOE va a sentarse en la mesa del diálogo social pero insistió en que "no vamos a admitir ningún trágala" y añadió que trabajarán en el Parlamento, porque si al final se aprueba un disparate, el Parlamento será responsable.
Esto es capital para Garamendi, "está clarísimo, nos jugamos mucho. Esta reforma puede hacer que nuestro país siga funcionando o tenga un problema" y se temía Garamendi que al final tengamos que "hacer un control de daños".
Para el presidente de la CEOE parece que se habla mucho del SMI cuando lo verdaderamente importante es la derogación de la reforma laboral, acabar con la estabilidad y la moderación, lo que redundará en un incremento de la desconfianza y, por supuesto, la restricción de la capacidad de adaptación de las empresas. Esa combinación puede ser letal porque "sin estabilidad, sin moderación, sin confianza, la contratación se frena". En cuanto a esa flexibilidad, Garamendi recordaba "el lío que se ha montado" con la "norma para fichar los horarios" en las empresas.
Garamendi se mostraba sorprendido de que se quieran frenar "los aspectos más lesivos" de la reforma laboral, porque "el Gobierno habla de aspectos más lesivos... ¡lesivos!", exclamaba Garamendi sorprendido, porque esa reforma laboral lo que ha permitido es crear empleo. En este sentido, ha destacado que en la propia CEOE hemos "hecho un estudio en defensa de la propiedad privada" y aquí vuelve la sorpresa en el líder de la patronal "que en pleno siglo XXI tengamos que defender la propiedad privada es que algo está pasando".
Caen las inversiones
Hasta ahora, la reforma laboral permitió crear empleo con crecimientos del PIB inferiores al 2%, lo que era impensable hace unos años. Sin embargo ahora vemos mes a mes que los datos del paro confirman una muy mala tendencia. Otro de los datos que se está deteriorando, decía Garamendi, y que "no se ven tan a corto plazo", son las inversiones y están frenándose también.
El campo y "lo social" del Estado
Preguntado, de nuevo, por la subida del SMI, Garamendi ha recordado el impacto en el campo: "Nos decían que no afectaría al campo y algo ha tenido que afectar, porque si no, que convoquen (el Gobierno) a la mesa del campo y se lo explique a los agricultores". Los propios agricultores han puesto el grito en el cielo estos días en distintas manifestaciones por el problema que supone para ellos la subida del SMI.
Por otro lado, Garamendi se ha quejado por "algo que tiene su gracia", decía y es que el Estado "nos obliga a las empresas a ser muy sociales y subir el SMI", mientras que el Estado, en sus contratos con las empresas, no se mueve y mantiene la remuneración sin tener en cuenta que las ha obligado a elevar sus costes.
Defiende la unidad de España
Como era de esperar, en la mesa de debate se ha reprochado a Garamendi que la institución que representa se financie mediante subvenciones públicas. El presidente de la patronal ha recordado que "el día que yo llegué a la CEOE renunciamos a pedir ninguna subvención pública. No tenemos nada en formación o en temas de prevención." Además, señaló que "siempre he defendido la unidad de España y la propiedad privada".
Salarios y economía sumergida
Otro de los datos que ofreció Garamendi es el de la economía sumergida. Esa economía a la que están empujando las constantes subidas de los costes laborales mediante el SMI y la más que previsible subida de las cotizaciones sociales. Dice Garamendi que mientras la economía sumergida en Europa está calculada en el 13% en España subimos hasta el 24%, casi el doble.