La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair obtuvo un beneficio neto de 1.240 millones de euros en los nueves meses hasta el pasado 31 de diciembre, el 12% más que en ese mismo periodo del año anterior.
En un comunicado remitido este lunes a la Bolsa del Londres, la compañía atribuyó el avance de la ganancia, entre otros factores, a una "actuación mejor de la esperada" en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal (octubre-diciembre), con un aumento significativo de las ventas de billetes en Navidades y Año Nuevo.
Asimismo, Ryanair elevó sus ingresos totales en un 14%, hasta los 7.295 millones de euros, desde el comienzo de su año fiscal en abril hasta el final del tercer trimestre.
Dentro de esa facturación se incluyen los 2.374 millones de euros obtenidos por los llamados ingresos auxiliares, que incluyen las ventas a bordo, recargos por equipaje o tarifas de embarque con prioridad, y que crecieron un 28% respecto a 2018.
En su nota de resultados, la aerolínea líder en Europa del sector de bajo coste también informó de que obtuvo un beneficio neto de 88 millones de euros en el tercer trimestre fiscal, el 25% más que en ese mismo periodo del año anterior.
Ryanair ingresó en los tres meses hasta el 31 de diciembre 1.910 millones de euros, el 21% más que en 2018, mientras que su tráfico de pasajeros subió el 6 %, hasta los 35,9 millones.
El precio medio de sus tarifas aéreas también se encareció un 9 % y los ingresos auxiliares crecieron un 28 %, hasta los 720 millones de euros, debido, sobre todo, a que "cada vez más clientes eligen embarque con prioridad y asientos", explicó la empresa.
Ryanair confirmó este lunes que sus accionistas han recuperado 440 millones de euros gracias al programa de recompra de títulos valorado en 700 millones de euros, en cual extenderá hasta finales del próximo julio debido a la "incertidumbre que rodea" la entrega de aviones Boeing 737 MAX-200.
Líderes del 'low cost'
La aerolínea líder en Europa del sector de bajo coste ya anunció el pasado diciembre que eliminará empleos y cerrará dos bases de operaciones el próximo verano ante una previsible caída del tráfico de pasajeros provocada por los retrasos en la entrega de ese tipo de aparatos.
A pesar de esta situación, Ryanair mejoró el pasado enero su previsión de crecimiento para este año fiscal, que concluye el 31 de marzo, y estimó que ganará entre 950 y 1050 millones de euros, frente a la horquilla de 800 y 900 millones pronosticados en julio.
La compañía explicó entonces que esa revisión se produjo en respuesta a "una actuación mejor de lo esperado" durante las pasadas Navidades, mientras que ahora prevé un aumento de las reservas anticipadas en su último trimestre fiscal.
"Las ventas por adelantado para el cuarto trimestre han aumentado un 1% respecto al año anterior, con un precio medio del billete ligeramente mejor, y ahora esperamos que el tráfico anual creceré el 8%, hasta los 154 millones de clientes", destacó Ryanair en el comunicado.