Lleva diez años okupado por grupos anticapitalistas y antipropiedad. Pero muy pronto, el Ayuntamiento de Almeida en Madrid, volverá a recuperar el espacio para construir un centro de salud. Se trata del Solar Maravillas, aunque de maravilloso no tiene mucho.
El espacio suele estar bajo llave y dominio de los okupas. Si no hay actividades se encuentra cerrado a cal y canto. Ahora, los dueños ilegales del solar han emprendido una batalla contra el consistorio. Defienden "lo que han conseguido" pero, al pasar por allí, solo se aprecia decadencia y destrucción.
El huerto urbano del que alardean brilla por su ausencia. En el famoso descampado Maravillas solo hay tierra, basura, una mesa de pin pon vieja, cuatro macetas y un graffiti. Ellos se definen como "Solar Polivalente Autogestionado". También definen el Solar Maravillas como un lugar con "soberanía alimentaria, huerto urbano, cine de verano, salud autogestionada, redes de apoyo mutuo, participación vecinal".
Desde la plataforma desafían al alcalde de Madrid, Martínez Almeida, y aseguran que no se irán de allí.
#SolarEsVida desde todos los puntos de la ciudad, llegan voces como la de Laura, pidiendo que #SolarSeQuedahttps://t.co/ZyEOR3FTgZ
Nos vemos en un ratito a desayunar juntas, para que no haya desalojo. Desde las 8am tenemos#DesayunoSolar mañana. pic.twitter.com/eB3rjHDRjW
— SPA Maravillas (@SpaMaravillas) January 30, 2020
Vecinos en discordia
Sus okupantes dicen hablar en nombre de los vecinos de Malasaña. Pero los residentes preguntados por este periódico de la calle Antonio Grillo no opinan lo mismo que los "maravillosos".
"Claro que veo bien que pongan un Centro de Salud antes que tener este lugar aquí casi abandonado. Ellos dirán lo que quieran, pero no me parece bien que digan que representan a la vecindad porque esto no es así", nos comenta una señora que sale de una cafetería cercana y se dirige hacia su casa.
Los trabajadores de la zona cuentan que el mercado ecológico se reduce a dos o tres tenderetes que no cumplen con las normativas de comercio. "Aquí nosotros pagamos nuestros impuestos. En cambio, los okupas venden en un lugar ilegal y sin tener que asumir los gastos de permisos y licencias. Pues no me agrada", se queja una comerciante que prefiere no dar su nombre al periódico.
Otros vecinos reconocen que era un espacio público que estaba hace años abandonado. Sin embargo, desmienten que tenga acceso y esté abierto para toda la comunidad. "Ellos entran, abren, cierran y organizan a su antojo. Si todos hiciéramos lo mismo, ¿qué pasaría?", se pregunta un hombre que sale de un portal cercano.
Adiós a los okupas de Carmena
Lo cierto es que los edificios okupados de la etapa de Manuela Carmena, simpatizante con este tipo de reivindicaciones de extrema izquierda, están llegando a su fin. "Tolerancia cero con los okupas", advirtió Almeida. Ahora, y ante el desafío de los okupas del Solar Maravillas, el primer edil ha respondido contundente alegando que "será más maravilloso tener un centro de salud".
Espero que se desaloje el Patio Maravillas. Es maravilloso para quienes lo están disfrutando ahora, pero va a ser aún más maravilloso para los madrileños tener un nuevo Centro de Salud.
— José Luis Martínez-Almeida (@AlmeidaPP_) January 31, 2020
Y claro, los grupos de okupación están que trinan. Desde que el alcalde del PP llegara al poder en Madrid, se han desalojado las antiguas fortalezas de los okupas pro-Carmena. La Ingobernable, La Dragona, La Gasolinera y La Salamandra, los edificios de titularidad municipal y por ende, perteneciente a todos los madrileños, han vuelto a ser recuperados por el Ayuntamiento.
Ahora, el Solar Maravillas verá su fin después de una década de okupación y benevolencia con los usurpadores de la propiedad ajena.