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José María Rotellar

El PIB de 2019 golpea a Sánchez: la economía se para y la productividad se derrumba

Desde que Sánchez llegó al Gobierno la productividad no deja de caer. No ha crecido ni un trimestre de los que lleva en el Gobierno.

Desde que Sánchez llegó al Gobierno la productividad no deja de caer. No ha crecido ni un trimestre de los que lleva en el Gobierno.
Pedro Sánchez | Europa Press

Con la publicación de los datos del cuarto trimestre de 2019 de la Contabilidad Nacional se constata que la economía española se para, debido a la ausencia de reformas y a la incertidumbre introducida desde hace meses. La perspectiva de la aplicación de políticas radicales de izquierda no contribuye a un panorama mejor, sino a uno nada halagüeño. Los datos hablan por sí mismos.

El PIB del cuarto trimestre confirma la ralentización de la economía. Aunque el crecimiento trimestral es una décima superior al del trimestre pasado, no pasa del 0,5%. Eso hace que el crecimiento interanual baje al 1,8%, una décima menos que el dato interanual del trimestre anterior. Es 3 décimas inferior al IVTR-2018 y medio punto inferior al crecimiento interanual que había al dejar el PP el Gobierno (2,3%).

Esto constata que la economía se está desacelerando, con crecimiento de costes laborales unitarios del 2,2%, que encarece la contratación y, por tanto, perjudica a la creación de empleo. Cuando Pedro Sánchez llegó al Gobierno dichos costes se contenían al crecer sólo el 1%, lo que impulsaba la creación de puestos de trabajo.

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Desde que Sánchez llegó al Gobierno la productividad no deja de caer. No ha crecido ni un trimestre de los que lleva en el Gobierno. En éste cae una décima, empeorando sobre el trimestre anterior. La subida del salario mínimo de enero de 2019 hundió la productividad en el trimestre de aquel año, y lo hizo un 0,6%. La caída de productividad:

  • Provoca pérdida de competitividad.

  • La pérdida de competitividad implica pérdida de mercado.

  • La pérdida de mercado supone disminución de la actividad económica.

  • Y la disminución de la actividad económica se plasma en la destrucción de empleo.

Eso ha hecho que la creación de empleo sea casi medio punto menor que cuando Sánchez llegó al Gobierno (2,4% entonces frente al 2% del IVTR-2019):

  • En la agricultura, el empleo cae un 4,5% interanual en el IVTR-2019. Aquí se ven los efectos de la subida del salario mínimo de 2019. En los próximos trimestres se verán los efectos negativos de la subida del salario mínimo de 2020.

  • En la construcción sólo crece un 0,9% (1,3 puntos menos que el trimestre anterior).

  • En la industria crece 7 décimas menos que el trimestre anterior.

Con todo ello, el crecimiento global del año 2019 se queda en el 2% -que veremos si no es modificado a la baja en posteriores revisiones del PIB:

  • Es casi un punto inferior que el crecimiento del año 2017.

  • Es casi medio punto inferior que el crecimiento de 2018.

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Datos intertrimestrales

Teniendo en cuenta los datos intertrimestrales, el PIB se mantiene casi plano, con un crecimiento del 0,5%. Por el lado de la demanda, el consumo casi no crece: sólo lo hace un 0,1%, frente al 0,8% del trimestre anterior. Se debe, sobre todo, a que el consumo de los hogares no crece, de manera que se comporta 8 décimas peor que el trimestre anterior. Esto denota que se reduce el consumo por las malas expectativas generadas por el Gobierno. La Formación bruta de capital fijo (inversión) cae un 3,2%, frente a un crecimiento del 3,5% cuando Sánchez llegó al Gobierno.

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La inversión en bienes de equipo (maquinaria) cae un 5,4%, mientras que crecía un 8,1% cuando Sánchez llegó al Gobierno. La maquinaria y toda la inversión siempre son muy sensibles a las expectativas, de manera que también reaccionan de manera intensa ante un empeoramiento del entorno económico, como el que está provocando el Gobierno.

La demanda nacional cae así un 0,4%, frente al crecimiento del 1% cuando Sánchez llegó al Gobierno. Esto muestra que la economía nacional se ha parado ante la incertidumbre desatada por el Gobierno socialista, que empeorará más en 2020 al haberse materializado un Gobierno de izquierda radical.

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Sólo las exportaciones muestran un comportamiento algo activo, que puede deteriorarse en 2020 por la subida de costes laborales y pérdida de competitividad. Las importaciones caen un 1,2% por la disminución global del consumo, que también afecta, lógicamente, a los productos importados.

Por el lado de la oferta, la agricultura cae un 0,7%. Cuando Sánchez llegó al Gobierno crecía un 2%. La industria, segundo sector en importancia de la economía, cae un 0,1%, con un empeoramiento de 6 décimas frente al trimestre precedente. La construcción cae un 1,7%, elemento preocupante al ser siempre un indicador adelantado. Responde al parón en el sector. Se agudiza la caída 1,3 puntos frente a la del IIITR-2019 y es 3,7 puntos peor que cuando Sánchez llegó al Gobierno.

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Sólo los servicios mantienen algo la actividad, pero su crecimiento puede ser fugaz, dada la evolución de los últimos trimestres.

Datos interanuales

Respecto a los datos interanuales, el PIB crece un 1,8%, que es una décima menos que el trimestre anterior y medio punto menos que cuando Sánchez llegó al Gobierno.

Por el lado de la demanda, el consumo crece un 1,4%, dos décimas menos que el trimestre anterior y seis décimas menos que cuando Sánchez llegó al Gobierno. El consumo de los hogares crece también dos décimas menos que el trimestre anterior, un 1,2%, y ocho décimas menos que al llegar Sánchez. La Formación bruta de capital fijo (inversión) crece un 0,4%, es decir, 2,4 puntos menos que el trimestre anterior y 8 puntos menos que cuando Sánchez llegó al Gobierno. La inversión en bienes de equipo (maquinaria) crece un 1,4%, 2,9 puntos menos que el trimestre anterior y 11,8 puntos menos que cuando Sánchez llegó al Gobierno.

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La demanda nacional crece un 1,2%, 6 décimas menos que el trimestre anterior y 1,9 puntos menos que cuando Sánchez llegó al Gobierno. El parón de la economía nacional es claro. Las exportaciones muestran todavía un comportamiento activo (3,7%), con el riesgo de paralización en 2020 que antes comentábamos. Las importaciones se ralentizan, al crecer un 2,1%, un punto menos que el trimestre pasado y 4,2 puntos menos que al llegar Sánchez.

Por el lado de la oferta, la agricultura cae un 6%, sector muy perjudicado por el intervencionismo del Gobierno en el mercado laboral. Al llegar Sánchez crecía un 7,8%.

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La industria mantiene un crecimiento interanual del 1,6%, pero insuficiente para ser tractor de crecimiento en un sector tan relevante para la economía española. La construcción disminuye un 0,7%, es decir, 3,1 puntos peor que el trimestre anterior y 6,2 puntos peor que cuando Sánchez llegó al Gobierno. Los servicios se mantienen en un 2,5%, pero es un crecimiento que no logra remontar con fuerza, dando signos de agotamiento: es el segundo crecimiento interanual más bajo del sector desde el ITR-2018.

En definitiva, la economía española se ha ido parando, poco a poco, cada vez más intensamente, a lo largo de 2019, debido a la ausencia de reformas y a la incertidumbre generada por el Gobierno. Este panorama puede empeorar de ejecutarse el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Podemos, pues supondría un intervencionismo completo en la economía, más gasto, más impuestos, más déficit y más deuda, que ahondarían en la desaceleración económica hasta extremos peligrosos, con el peligro de la destrucción de empleo.

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