Las movilizaciones que los agricultores españoles llevan protagonizando desde el pasado 28 de enero por diferentes municipios del territorio nacional están generando gran confusión. Políticos, sindicatos y medios de comunicación están utilizando las protestas de este colectivo de forma interesada y sesgada, sin tener en cuenta qué es lo que realmente reclaman los manifestantes.
Ayer martes, en el pueblo extremeño de Don Benito, se vivieron auténticos momentos de tensión cuando la Policía cargó contra los miles de agricultores que protestaban a las puertas de la feria Agroexpo. Lejos de ponerse del lado de los sindicatos que convocaban las movilizaciones –ASAJA, COAG y UPA–, como hubiera sido habitual, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha calificado a los asistentes de "derecha terrateniente"y "carca".
El motivo de estas declaraciones puede deberse a que diputados extremeños de Vox también acudieron a la concentración. Bajo una pancarta que rezaba: "Lo primero. Nuestro producto nacional". Los de Abascal dejaron claro sus postulados proteccionistas, que, como suele ocurrir en un gran número de ocasiones, coinciden con muchos movimientos sindicales de izquierdas.
"Precios justos", el principal reclamo
Resulta que la idea del Spain first de Vox va en la misma línea que los postulados de ASAJA, COAG y UPA, cuyo reclamo principal en estas movilizaciones han sido los "precios justos" en el campo. Esta petición no es otra que la de que el Gobierno intervenga los precios que reciben por la venta de sus productos al comienzo de la cadena de valor. Es una reivindicación histórica el enfrentamiento de los agricultores con los intermediarios y las cadenas de distribución de nuestro país, a las que acusan de presionar sus precios a la baja pagándoles cantidades irrisorias por sus cultivos.
Como puede verse en las diferentes pancartas de las movilizaciones, la exigencia estrella de los agricultores en estas manifestaciones es la intervención de precios en origen y no la subida del SMI, como muchos han señalado para hacer creer que los sindicatos se estaban manifestando contra el Gobierno, algo poco habitual cuando se trata de gobernantes de izquierdas.
#AgricultoresAlLimite #GanaderosAlLímite en #CastillayLeón se han echado a las calles. Precios injustos, acoso de la fauna salvaje, demonización sobre todo lo que es la agricultura y ganadería familiar...y un largo etcétera más. Hay motivos suficientes para los actos de protesta pic.twitter.com/qPVUxwn3DJ
— upacastillayleon (@upacyl) January 30, 2020
ás de 5.000 #agricultores y #ganaderos se manifiestan en Don Benito (#Extremadura) or unos #precios justos para el campo y en defensa del sector primario. @apag_extr_asaja @asaja_extre1 #AgricultoresAlLímite href="https://t.co/nshqD8q2u6">https://t.co/nshqD8q2u6 pic.twitter.com/o76czS2Q2i
— Asaja Nacional (@AsajaNacional) January 30, 2020
Por unos precios justos y más respeto al medio rural, los agricultores y ganaderos de Burgos se han manifestado. pic.twitter.com/soc1YzdKAj
— AsajaBurgos (@AsajaBurgos) January 30, 2020
Pero que el SMI no sea el eslogan principal de las manifestaciones de los agricultores no significa que los sindicatos no admitan que la medida les está asfixiando, sobre todo ahora, cuando Sánchez e Iglesias han aprobado un Salario Mínimo de 950 euros en 2020. No les queda otro remedio que protestar.
"Los agricultores no pueden más. Los bajos precios en origen afectan cada vez a más cultivos y los costes producción se disparan (desde la semana pasada aún más con la subida del SMI); la renta agraria cae un 9% y a esto debemos añadir las dificultades para exportar (aranceles americanos, el Brexit, el veto ruso…) y el temido recorte de las ayudas comunitarias que planean desde Bruselas", explican en la nota de prensa en la que anunciaban las movilizaciones.
"La situación de hartazgo es general y en este contexto desde las organizaciones agrarias convocantes se reclaman medidas de apoyo que vengan a paliar los graves perjuicios que estamos sufriendo. Nos preocupan los desequilibrios que aún persisten entre los distintos eslabones de la cadena en la conformación de los precios y la falta de rentabilidad que sufren las explotaciones. En un momento en que tanto se habla del reto climático, de la España vaciada y de la necesaria vertebración del medio rural, es necesario, más que nunca, afirman, tener en cuenta al sector agrario, porque sin él no será posible acometer los retos que la sociedad demanda", añadían. Como puede verse en los textos, los sindicatos mencionan al SMI, pero no es el motivo principal de su manifestación. De hecho, es probable que si el Estado se comprometiera a subvencionar sus productos, no les importase que se aplicara cualquier alza en los salarios.
Contradicciones entre sindicatos
Quizá ha sido este atrevimiento a criticar el SMI por parte de sus camaradas del campo lo que tampoco le ha gustado al secretario general de UGT, Pepe Álvarez, cuya organización ha sido una de las principales defensoras de la subida junto a Podemos y CCOO.
La realidad es que la agricultura es uno de los sectores que más está sufriendo desde que el PSOE implantara un sueldo mínimo obligatorio de 900 euros al mes a finales de 2018, un 22% más que el anterior SMI. Al igual que otros sectores, como el empleo doméstico, la mano de obra en la agricultura está formada por profesionales que cobran bajos salarios, por lo que si el empleador no puede asumir el coste del nuevo SMI, serán los primeros en engrosar las listas del paro.
Por ello, hasta el propio presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha cargado contra los efectos del SMI. El motivo es que la publicación de la última EPA ha revelado que la tasa de paro en su región, muy dependiente del sector agrícola, ha terminado 2019 en el 23,48%, la más alta del país. Vara ha llegado a exigir un Salario Mínimo específico para el campo y ha pedido reunirse con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.