El nuevo gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias plantea una batería de medidas fiscales orientadas a aumentar la fiscalidad de las grandes empresas. Esta estrategia va dirigida especialmente contra el sector bancario, que enfrentará una situación muy precaria desde el punto de vista tributario si se materializan los planes del Ejecutivo.
De entrada, conviene recordar que la banca y el sector de los hidrocarburos ya enfrentan un tipo diferenciado en el Impuesto de Sociedades. Así, aunque el gravamen de referencia retiene el 25% de los beneficios empresariales, en el caso de estos dos sectores vemos que el porcentaje llega al 30%. No solo eso: Sánchez también quiere evitar que, a través de deducciones o exenciones, el tipo pagado por las grandes empresas sea inferior al 15% en cualquier ejercicio. Y, además, el acuerdo suscrito por los socialistas con sus socios comunistas de gobierno incluye también la creación de una tasa a las transacciones financieras.
El caso es que, si repasamos los informes remitidos por las entidades financieras a la CNMV, podemos comprobar que sus niveles de tributación ya figuran muy por encima del "suelo fiscal" del 15% que plantea Moncloa. No solo eso: una de las entidades del sector se coloca en cabeza del Ibex 35 en lo que a tributación efectiva se refiere, alcanzando cotas cercanas al 43%. La empresa en cuestión es el Banco Santander, que entre enero y septiembre del pasado año pagó 3.750 millones sobre un beneficio antes de impuestos de 8.700 millones. Si comparamos ambos indicadores vemos que, durante los tres primeros trimestres del año, el tipo soportado por la entidad que dirige Ana Patricia Botín ascendió al 42,9%.
En segundo lugar nos topamos con el banco BBVA, cuyo beneficio antes de impuestos en los tres primeros trimestres de 2019 alcanzó los 5.940 millones de euros. A esa cifra hubo que restarle 1.620 millones devengados en concepto de Impuesto de Sociedades. Dicha retención supone una tasa efectiva del 27,3% sobre sus ganancias corporativas.
Bankia también se movió en niveles similares de tributación efectiva. Su beneficio antes de impuestos en los tres primeros trimestres del año pasado llegó a 790 millones de euros, mientras que sus pagos en concepto del gravamen de Sociedades ascendieron a 220 millones, lo que arroja una retención efectiva del 27,1%.
La cuarta entidad financiera que más pagó por concepto del Impuesto de Sociedades fue Bankinter. Los datos a cierre de septiembre reflejaban que su beneficio antes de impuestos ascendió a 590 millones, mientras que sus pagos por concepto del gravamen sobre las ganancias empresariales llegaron a 140 millones de euros. El tipo efectivo sería, pues, del 24,3%.
La quinta empresa del ramo que cotiza en el Ibex 35 es el Banco Sabadell, que obtuvo un beneficio de 1.040 millones de euros entre enero y septiembre de 2019, pero tuvo que restar a dicha cantidad unos 250 millones exigidos por Hacienda para cumplir el pago del Impuesto de Sociedades. En total, el monto aportado a la caja de la Agencia Tributaria fue del 23,9%.
CaixaBank fue la entidad financiera que soportó un menor pago en concepto del Impuesto de Sociedades. Con un beneficio de 1.500 euros, la antigua Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona soportó unas retenciones de 250 millones de euros, lo que se tradujo en una tasa efectiva del 16%. Aunque dicho porcentaje es el más bajo de los bancos del Ibex 35, se sitúa también por encima del "suelo fiscal" del 15% que quiere imponer Sánchez.
En total, el periodo que va de enero a septiembre de 2019 permitió que la banca incluida en el selectivo obtuviese unas ganancias acumuladas antes de impuestos valoradas en 18.581 millones de euros. Sobre ese monto, los pagos realizados a Hacienda ascendieron a 6.215 millones, cifra supone el 33,4% de sus ganancias.