Como ya es tradición, la celebración anual de la gala de los Premios Goya vuelve a despertar el debate sobre el modelo de financiación del cine español. Como explicó Libre Mercado, el sector recibe al menos 168 millones a través de distintas líneas de ayudas, a las que habría que sumar un ahorro fiscal de unos 40 millones gracias al tipo reducido del IVA y un sinfín de programas autonómicos y locales que también aportan fondos al sector.
Este año, la polémica ha saltado a raíz de unas declaraciones de Eduardo Casanova, un actor, guionista y director español que saltó a la fama por su papel como Fidel en la serie televisiva Aída, que lanzó al estrellato a otros actores como Carmen Machi o Paco León. Durante su paso por la alfombra roja, Casanova hizo las siguientes declaraciones:
Al presidente del gobierno le pediría más dinero para hacer nuestras películas. Necesitamos dinero. Para que siga existiendo el cine español, necesitamos dinero público para nuestras películas.
Las palabras de Casanova chocan con la realidad económica del sector. Los ya citados 168 millones de euros suponen, en efecto, una aportación presupuestaria muy significativa, de modo que difícilmente puede entenderse su insistencia en reclamar financiación pública, puesto que, en efecto, este es el principal soporte financiero de buena parte de los largometrajes hechos en España.
No hay que olvidar, de hecho, que el 77% de las películas estrenadas recauda menos de 10.000 euros, de modo que la ruina taquillera solo se sostiene gracias a las millonarias inyecciones de dinero público que recibe, a través de distintas vías, la industria cinematográfica patria. Este caso aplica, de hecho, al largometraje con el que el propio Casanova se estrenó como director.
La ópera prima, estrenada en 2017, llevaba como título Pieles. Según la sinopsis disponible en Wikipedia, la película "retrata a modo de historias paralelas las viandas de personas expuestas a situaciones tan extremas como la naturaleza de sus deformidades: prostitución, exclusión social, bancarrota, aislamiento…".
El drama contó con algunos actores de renombre, como Candela Peña, Ana Polvorosa, Macarena Gómez o la propia Carmen Machi, con quien Casanova había trabajado anteriormente en televisión. Sin embargo, aunque el presupuesto de la cinta superó el millón de euros, lo cierto es que apenas consiguió recaudar 80.000 euros en taquilla y registró menos de 15.000 espectadores.
La documentación del Ministerio de Cultura acredita que Casanova recibió 12.000 euros del erario público para llevar la película a la Berlinale. Sin embargo, el actor y director ha afirmado en redes sociales que su película "no recibió ninguna subvención pública", lo que le ha granjeado numerosas críticas entre quienes le han recordado tal partida de gasto.