¿Votan los españoles con los pies para huir del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones? El Ministerio de Hacienda que dirige María Jesús Montero así lo cree y, para empezar a poner coto a esta práctica, ha encargado a su centro de análisis, el Instituto de Estudios Fiscales, que evalúe la realidad de las deslocalizaciones de contribuyentes afectados por el gravamen.
El resultado es un estudio suscrito por Rafael González-Val y Miriam Marcén, profesores e investigadores de las universidades de Barcelona y Zaragoza, respectivamente. Ambos se han propuesto seguir esta cuestión utilizando datos del padrón municipal para el periodo 1998-2017 y cruzándolos con la evolución recaudatoria de Sucesiones y Donaciones.
La conclusión que alcanzan ambos autores es que, en efecto, existe un fenómeno de desplazamiento entre zonas de menor fiscalidad y territorios con impuestos más altos. Tales movimientos se concentran en aquellos casos en que un pequeño traslado a un municipio cercano permite cambiar de comunidad de residencia y, de esta forma, acogerse a un nuevo marco en el tributo aplicado a las herencias. Por lo tanto, el fenómeno se produce sobre todo en el caso de que la distancia a otra comunidad de impuestos más bajos sea reducida.
Así, es revelador que los primeros cambios regulatorios orientados a reducir el Impuesto de Sucesiones llegasen en comunidades como La Rioja o Cantabria, dos autonomías que vivían la salida de contribuyentes con destino a País Vasco y Navarra debido a las mejores condiciones que brindaban los territorios forales en este impuesto. El modelo madrileño llegó después.
Eso sí: tras dividir a los contribuyentes en dos grupos, el estudio concluye que el grueso de las migraciones se produce entre quienes heredan en torno a 150.000 euros, un supuesto que los autores contrastan con aquellas personas que reciben alrededor de 600.000 euros. Los movimientos son más comunes en los casos de "herencia baja" que en los de "herencia alta", lo que desmitifica la idea de que estas migraciones se dan solo entre ciudadanos acaudalados.
De hecho, el informe del Instituto de Estudios Fiscales detecta que las estrategias de deslocalización orientadas a esquivar o reducir el peso del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones son también más comunes entre las "rentas medias" que las "rentas altas". Por lo tanto, tanto desde la perspectiva patrimonial como desde el punto de vista de los ingresos, la idea de que quienes votan con los pies son "los ricos" o "los que más ganan" choca con una realidad muy distinta, que dibuja un gravamen especialmente duro con las clases medias.
Otra conclusión a la que llegan los autores es que las personas que tienen más de 50 y menos de 70 años de edad son las que más participan en este tipo de estrategias de minoración de la carga fiscal, puesto que los más jóvenes otorgan muchas menos donaciones y los más mayores enfrentan más dificultades personales y regulatorias para proceder al traslado.