El 15 de febrero de 2019, el Gobierno socialista que encabeza Pedro Sánchez convocó elecciones generales ante la incapacidad de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. El domingo 28 de abril se celebraron los comicios, pero el Parlamento resultante fue incapaz de cerrar una mayoría de Gobierno, obligando a una repetición electoral que fue anunciada el 24 de septiembre y tuvo lugar el 10 de noviembre. Después de la última cita con las urnas y de la investidura de Sánchez, el panorama político sigue marcado por el bloqueo.
Desde Moncloa han afirmado en repetidas ocasiones que esta situación explica el deterioro de diversos datos macroeconómicos, como por ejemplo la evolución del empleo o la reducción del déficit público. Sin embargo, España ya pasó por una situación similar entre diciembre de 2015 y octubre de 2016 y dicho periodo de interinidad gubernamental estuvo marcado por un desempeño económico más favorable.
Empecemos por el mercado de trabajo. En materia de empleo, lo cierto es que el paro registrado en diciembre de 2015 alcanzaba las 4.093.508 personas, mientras que dicho indicador cayó a 3.764.982 efectivos en octubre de 2016. Por lo tanto, aquel año sin gobierno estuvo marcado por una caída del paro de 328.526 personas. Teniendo en cuenta que la situación de bloqueo se mantuvo durante once meses, esto supone una caída media del paro equivalente a 29.866 personas al mes.
Por comparación, ¿qué ha ocurrido entre febrero y diciembre de 2019? Los datos del ministerio de Trabajo apuntan que el paro registrado era de 3.289.040 personas en el segundo mes del año, mientras que este mismo indicador alcanzó en noviembre a unas 3.202.297 personas. En este caso, la caída del paro ha sido de 86.743 personas. Repartiendo este dato entre los once meses de interinidad, vemos que el descenso medio del paro registrado ha alcanzado a 7.886 personas al mes.
De manera que, con los datos en la mesa, podemos decir que la situación de interinidad ha afectado de manera muy distinta al mercado de trabajo. Mientras que el bloqueo político que afectó a Mariano Rajoy no impidió una caída del paro cercana a las 30.000 personas por mes, el escenario con el que ha lidiado Sánchez ha estado marcado por una reducción del desempleo casi cuatro veces menor.
El déficit no se reduce
Tomemos ahora como referencia la evolución del déficit público. El descuadre entre ingresos y gastos cerró el curso 2015 en 55.786 millones de euros, pero alcanzó los 47.953 en 2016. Por lo tanto, el periodo de interinidad de Mariano Rajoy coincidió con una reducción del déficit equivalente a 7.833 millones de euros.
Este 2019, Sánchez ya ha reconocido que tendrá que renegociar el compromiso de déficit con Bruselas otra vez. Los técnicos de la Comisión Europea estiman que el déficit público se situará en el 2,3% del PIB, mientras que BBVA Research considera que el descuadre fue del 2,4% del PIB. En cuanto al aumento de la actividad, todo apunta a que el crecimiento económico rondó el 2%. Aplicando estos datos a las cifras que manejó Bruselas para el cierre de 2018, esto significaría que el déficit público cierra el año en el entorno de los 30.000 millones de euros, lo que supone repetir el dato de 2019.