Aunque será preciso clarificar algunas medidas aún por definir, muchos planes sin cuantificar y varios conceptos vagos, un somero análisis del programa de gobierno PSOE-Podemos en materia de Vivienda arroja una primera conclusión: se trata de una política marcadamente intervencionista y populista. Es como si el PSOE hubiera delegado por completo este capítulo a Podemos o incluso a la Plataforma Anti Hipotecas (PAH). Intervencionismo en la regulación del mercado inmobiliario y proteccionismo populista en las medidas más políticas son los dos rasgos principales de este programa, que sin embargo, no precisa en modo alguno qué recursos presupuestarios destinará a la política de vivienda, quedando todo en un mero voluntarismo demagógico.
En primer lugar, este programa no profundiza en las medidas que adelanta, pero cabe destacar que se sirve de varios conceptos sobre los que posteriormente se construirá la carga normativa más intervencionista: zonas de mercado tensionado, viviendas vacías, grandes tenedores… etcétera.
Así, se habla de "zonas de mercado tensionado" para anunciar "medidas normativas necesarias para poner techo a las subidas abusivas de precios de alquiler", apoyándose en un Sistema Estatal de Índices de Referencia de Precios de Alquiler de Vivienda. Los Ayuntamientos podrán declarar zonas urbanas de mercado tensionado dentro de las cuales será posible tomar medidas que será necesario esperar a que se detallen para poder valorarlas. Si se opta por medidas como poner tope a los alquileres, debemos decir que éstas ya han fracasado en ciudades como París y Berlín, provocando una contracción de la oferta, entre otras cosas, por no hablar de la invasión de competencias, que en materia de vivienda es plena de las CCAA.
Respecto al concepto de "vivienda vacía" y "gran tenedor de vivienda", se anuncia que serán definidos en un marco legal que incluirá "medidas fiscales, sancionadoras, de aseguramiento o estímulo para movilizar vivienda vacía". Nuevamente, la indefinición impide saber hasta dónde llegará este compromiso, pero podemos intuir una intervención muy clara por parte de los poderes públicos.
También se plantea "el realojo inmediato" de inquilinos que no puedan pagar el alquiler en ciertas condiciones… La realidad de esta medida radicará en el detalle de esas condiciones, oscilando entre la mera demagogia o la pura inviabilidad, porque no se acompaña la medida del gigantesco parque de vivienda que requeriría.
Hay dos aspectos donde el PSOE se autocorrige: el programa rechaza la venta o explotación de la vivienda protegida a los "fondos buitre", a quienes el propio PSOE legalizó vender viviendas sociales. Y en cuanto a la protección de personas hipotecadas, se apuesta por la política contraria a la establecida por los socialistas con sus desahucios exprés. Cosas de los pactos. Además de que aún está presente el último fiasco socialista con su reforma de las hipotecas, que sólo ha servido para restringir el crédito y el consiguiente encarecimiento de las viviendas.
Igualmente, se permiten anunciar grandes planes para la rehabilitación, el parque de vivienda social o la oferta pública de vivienda en alquiler como si se tratara de políticas novedosas, cuando en Comunidades como la de Madrid contamos con un parque de vivienda pública de 23.000 viviendas, tenemos en marcha un programa de 25.000 viviendas de alquiler a mitad del precio de mercado impulsado por la presidenta Isabel Díaz Ayuso y venimos realizando un gran esfuerzo en materia de rehabilitación, por ejemplo.
El programa social-populista plagia una idea que desde la Comunidad de Madrid lanzamos con motivo de la reciente Cumbre del Clima y que yo mismo expuse en sede parlamentaria. Se trata del decálogo de vivienda sostenible que presentamos y que ha sido literalmente copiado: "Implementaremos un Plan de Vivienda Sostenible (desde el punto de vista energético, ecológico y social)".
Finalmente, es llamativo que el programa hable de "transparencia" en la información sobre vivienda pública, cuando todos los españoles hemos asistido al mayor ejercicio de opacidad de la democracia, y aún ignoramos el calado de las cesiones socialistas hacia independentistas, marcas blancas batasunas o antisistema. Hoy ya sabemos que la vivienda es una cuestión cedida al populismo de Podemos.
En todo caso, como las competencias de Vivienda corresponden a las CCAA, ya adelanto que Madrid no secundará aquellas propuestas que impliquen subidas de impuestos, intromisión en la esfera individual o intervencionismo en los precios o en la propiedad privada. Nosotros seguiremos apostando por bajar impuestos, favorecer la oferta, flexibilizar la disposición de suelo (que representa más del 30% del precio de la vivienda), fomentando la colaboración público-privada, aumentando la seguridad jurídica para el alquiler, poniendo en marcha 25.000 viviendas de alquiler a mitad del precio de mercado, y consolidando el mayor grado de vivienda protegida de España, con un parque de 23.000 viviendas.
David Pérez, consejero de Vivienda y Administración Local de la Comunidad de Madrid.