Derogar la reforma laboral, limitar los precios del alquiler, defender a capa y espada la okupación, luchar contra las multinacionales, y tomar el control de la economía española, son los mantras que describen las intenciones de la recién nombrada secretaria de Estado de la Agenda 2030, Ione Belarra.
Pablo Iglesias ha confiado el alto cargo a una de las grandes amigas de su familia. La podemita es Licenciada en Psicología, y compartió pupitre durante su etapa en la Universidad Autónoma de Madrid con Irene Montero. Fue la sustituta con mayúsculas durante las dos bajas maternales de su amiga y, también, de la baja paternal del líder del partido. Belarra es un peso pesado dentro de la formación morada, una persona de máxima confianza de la pareja sobre todo en los momentos más bajos del partido.
Tomó protagonismo en julio de 2018. El nacimiento prematuro de los mellizos, Leo y Manuel, hizo que Iglesias y Montero decidieran que la podemita, natural de Navarra, se responsabilizara de la Portavocía de Podemos en el Parlamento. A partir de este momento, comienza el ascenso meteórico de Ione Belarra. Atrás quedaba su etapa como diputada por Navarra en la XI y XII legislatura del Congreso. Su responsabilidad iba a crecer exponencialmente.
Activista profesional
La pamplonesa de Podemos ha pasado de patinar en competiciones de velocidad a participar en organismos como voluntaria en Cruz Roja, SOS Racismo y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado. Su periodo estudiantil estuvo marcado por el activismo profesional. Participó en plataformas antidesahucios y mantiene una cruzada contra los bancos y fondos de inversión de los que tiene muy mala opinión. Clásicas reivindicaciones del extremismo izquierdista.
Al igual que Irene Montero, Belarra se pronunció en su cuenta oficial de Twitter apoyando las plataformas a favor de la okupación. Está en contra de los derechos de la propiedad privada de particulares. Una de estas organizaciones es el Sindicato de Lloguerets, la misma asociación que intentó impedir que la propietaria Esther Argerich, señalada por Montero públicamente, recuperara su vivienda okupada. Pese a las denuncias de acoso y sufrimiento de la dueña del piso, ninguna de las dos políticas de Podemos se ha retractado, tampoco han pedido perdón por socavar y vulnerar la intimidad de la afectada.
Belarra lo tiene muy claro en materia de vivienda. Insiste en poner coto a los precios de los alquileres, y su política dentro de la agenda 2030 será frenar la economía de libre mercado, tal y como se recoge en el acuerdo programático entre los partidos de coalición PSOE-Podemos.
La navarra no oculta sus ideas comunistas de corte bolivariano. Por ejemplo, la recién estrenada secretaria de Estado suscribe la teoría de Pablo Iglesias con respecto a Bolivia. Belarra se ha mostrado partidaria de apoyar al fugado, y acusado por corrupción, expresidente boliviano Evo Morales, según se puede leer en su cuenta oficial de Twitter. Dentro del pack ideológico propio de la formación morada, Belarra también se hace eco del apoyo de su camarada Juan Carlos Monedero, al régimen de terror dictatorial en Venezuela impuesto por Nicolás Maduro.
Y, pese a que Ione Belarra no condena la paupérrima situación que viven los susodichos países latinoamericanos, ella será la representante de España ante la ONU, junto a Pablo Iglesias, de la defensa de los derechos humanos en el mundo.
A este respecto, se ha mostrado también dispuesta a luchar contra el cambio climático y responder de las medidas que realizará en materia ecológica en nuestro país. La izquierdista ha expresado en más de una ocasión mensajes del tipo eco-extremistas. Belarra ha declarado la "emergencia climática" y promulga las teorías apocalípticas que vaticinan el fin del planeta Tierra si no se interviene desde los gobiernos.
Por último, para aplicar el programa de la agenda de las Naciones Unidas, la secretaria de Estado cuenta con el beneplácito de sus jefes para todo. No hay que olvidar que fue la encargada de las negociaciones con el PSOE junto a Echenique, otro de sus grandes aliados dentro de Podemos. Queda Belarra para rato.