Carlos Slim ha entrado en Quabit Inmobiliaria al tomar un 3,006% del capital social de la promotora inmobiliaria, un porcentaje valorado en unos cinco millones de euros en función de los actuales precios de mercado.
El magnate mexicano refuerza de esta forma su apuesta por el sector de la construcción y venta de viviendas en España, toda vez que actualmente controla Realia, además del grupo constructor FCC.
En el caso de Quabit, Slim, a través de la firma Inversora de Carso, se ha hecho de forma directa con un paquete de 4,47 millones de acciones, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De esta forma, el empresario se convierte en uno de los accionistas de referencia de la inmobiliaria controlada y presidida por Félix Abánades, que tiene un 20,3% de su capital, en el que también está presente Francisco García Paramés, a través de su gestora Cobas, con un 3,08%, y varios fondos internacionales.
Carlos Slim desembarca en el capital de Quabit mientras la promotora desarrolla un plan de negocio que, tras el ajuste realizado a comienzos de este año, tiene como objetivo entregar entre 2.600 y 2.800 viviendas anuales a partir de 2022, superar los 600 millones de euros de facturación y los 70 millones de Ebitda.
Asimismo, la entrada del empresario mexicano tiene lugar después de que el pasado mes de octubre transcendiera que Quabit negocia la venta en bloque de un total de 1.300 viviendas en construcción repartidas en distintas promociones que desarrolla en Málaga, Madrid y la zona del Corredor del Henares.
En paralelo, la inmobiliaria anunció una nueva línea de negocio destinada a gestionar cooperativas para construir viviendas orientadas a un perfil de comprador de poder adquisitivo medio y alto, y compró Rayet Construcción, constructora controlada por Abánades, con el fin de controlar los plazos de edificación de sus viviendas.
Tras relanzar Realia
Slim apuesta por Quabit después de que, en virtud de su entrada y 'rescate' de FCC en 2015, entrara y saneara Realia, promotora que también volvió a promover viviendas tras la crisis y actualmente trabaja en poner en marcha una filial de viviendas de alquiler.
Realia cuenta además con una división de patrimonio integrada por una cartera de edificios de oficinas y centros comerciales repartidos por Madrid y Barcelona, entre los que figura una de las torres Kio de la Plaza de Castilla de Madrid.