Según datos oficiales en los últimos tres últimos años el nivel de vida habría subido en España un 3,8% acumulado, si miramos las cifras oficiales de IPC. Esto no quiere decir otra cosa que en los últimos tres años los ciudadanos españoles nos hemos empobrecido en ese porcentaje o, lo que es lo mismo, tenemos un 3,8% menos de capacidad adquisitiva de lo que teníamos a cierre de 2016.
En cualquier caso, el total de variables que recoge el IPC, como los productos de la cesta de la compra, los carburantes, el precio de la vivienda, de la generación eléctrica, los servicios, etc. no siempre refleja la realidad que vive la mayoría de los españoles, o el impacto real del comportamiento de los precios en los diferentes estratos sociales.
Fuentes del mercado consultadas por Libertad Digital inciden en que un análisis más incisivo de la realidad que viven algunas de las clases más populares de nuestra sociedad deja negro sobre blanco el fuerte incremento que ha tenido el coste de la vida en los últimos tres años, especialmente por el impacto de la subida de los precios del alquiler, de los libros de texto de la factura eléctrica.
Precios del alquiler
Si nos fijamos en los datos que recogen algunos de los más populares y conocidos portales de compraventa de vivienda nueva y usada en España, la evolución de los precios del alquiler en España en los últimos tres años ha sido la siguiente:
Con datos a noviembre de cada año, en 2017 se registró una subida interanual del 13,1%, en 2018 del 11,7% y en 2019 del 3,9%. ¿Esto cómo se traduce a la vida real? Pues pensando en una familia que paga, por ejemplo, 500 euros de alquiler en 2016, en 2019 habría visto cómo para alquilar una vivienda equivalente tendría que gastarse 656,29 euros, es decir, una subida acumulada del 31%.
Hablamos siempre de subidas medias en España. Una realidad que cambia mucho según nos refiramos a la realidad que vive el mercado inmobiliario en grandes capitales como Madrid o Barcelona, en lugares estratégicos como las Islas Baleares, o en otras ciudades más deprimidas de regiones como Castilla-La Mancha o Extremadura, donde el precio del alquiler de vivienda se ha mantenido, y en algunas ocasiones, bajado.
Precio de venta de vivienda
Otro de los indicadores del nivel de vida es el del precio de la vivienda. En el conjunto de España subió un 3,3% en 2017, el 8,3% en 2018 y un 4,6% en 2019 (según los datos interanuales a noviembre de cada uno de esos años). Esto se traduce en que una vivienda de 100.000 euros en 2016 cuesta en 2019 117.020 euros, lo que supone una subida acumulada del 17,02%.
Si miramos grandes ciudades como Madrid esa subida acumulada ha sido del 60,3% donde una vivienda que costaba 150.000 euros en 2016 ahora pasa a costar 190.541.
Estos datos, sin embargo, no son tan representativos del incremento del coste de la vida, debido a que la política de tipos de interés ha ofrecido una bajada de las cuotas hipotecarias a todos aquellos propietarios que tengan contratado su crédito con tipos variables y que han estado extraordinariamente bajos durante los últimos años.
Al mismo tiempo se da otra circunstancia nada desdeñable y es que el endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito unido a la subida de los precios de la vivienda ha expulsado a no pocos consumidores del mercado de compraventa al mercado del alquiler.
Energía, cesta de la compra y libros
Además, en estos tres últimos años los libros de texto o la cesta de la compra han sufrido subidas acumuladas superiores al 7%, y la luz (que se paga un 70% más cara que hace una década) sólo entre 2016 y 2018 experimentó una subida acumulada del 45,54%. Es decir que por el consumo de luz que en 2016 se pagaba de media 50 euros, ahora se pagan 72,77 euros.
En cuanto a la factura eléctrica hay que tener en cuenta que en octubre el Gobierno eliminó el impuesto del 7% a la generación eléctrica, lo que supuso una ligera bajada del impacto en precio medio final de la factura. También que en estos últimos días del año la aportación al mix energético de la eólica y la hidráulica ha abaratado la factura, con lo que es posible que el precio medio de la factura de la luz en este 2019 modere su crecimiento.
A todos estos datos, hay que añadirle las subidas de otros consumos como el gas o el combustible.
El el caso de "Alicia"
Pensemos que Alicia es una madre de familia que en 2016 se gastaba 500 euros al mes en el alquiler de vivienda, que gastaba 50 euros al mes de electricidad y otros 100 euros al mes en compra familiar de supermercado.
En estos años Alicia ha pasado de tener un gasto de 650 euros por estos conceptos a algo más de 836 euros. Esto supone un incremento del coste de la vida del 28,6%. Un incremento que queda muy lejos del 3,8% acumulado que dicen las cifras oficiales.
Casos particulares
Estos datos permiten hacernos una idea de cómo ha evolucionado el coste de la vida real en los últimos años mientras los salarios no han subido en la misma proporción.
Al mismo tiempo hay que tener en cuenta que el recorrido que hicieron, precios, mercados y salarios tampoco fue el mismo cuando el periodo analizado es el que transcurre durante los peores años de la crisis, de 2008 a 2014.
Con estos ejemplos, simplemente hacemos una radiografía de la realidad que atraviesan no pocas familias en España, familias que no pueden acceder a una vivienda en propiedad, y que los elevados precios de la vivienda les restan cada vez más poder adquisitivo.