El pasado sábado, el Boletín Oficial del Estado publicó de forma discreta la larga lista de municipios que ha optado por revisar el valor catastral asignado a los inmuebles urbanos para el año 2020. En total, las modificaciones afectan a los vecinos de casi 1.100 consistorios, dentro de los cuales aparece casi una veintena de capitales de provincia.
Las modificaciones del valor catastral encierran, a menudo, una subida encubierta de la base sobre la que se aplican diversos gravámenes, entre los que destaca el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (cuya tarifa se aplica sobre el valor catastral), pero también el Impuesto sobre la Renta (donde el aumento afecta a la imputación de rentas), el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (tributo también conocido como Plusvalía Municipal) o el Impuesto de Patrimonio (cuyo cálculo incluye, entre otros bienes, las propiedades inmobiliarias).
Según lo publicado en el BOE, cuando la última renovación del catastro se haya producido entre 1984 y 1988, el coeficiente de actualización subirá un 5%. En el caso de que las revisiones se hayan producido entre 1989 y 2003, el aumento del valor catastral será del 3%. Por último, cuando la última modificación date del periodo que va de 2011 a 2013, se producirá un recorte del 3%.
Subida del 3% en dieciséis capitales
La gran mayoría de revisiones se producirá en municipios cuya anterior revisión del catastro databa del periodo que va de 1989 a 2003. Es el caso de las siguientes capitales:
- La Coruña
- Cádiz
- Córdoba
- Gerona
- Granada
- Huelva
- Huesca
- Jaén
- Logroño
- Lugo
- Palencia
- Sevilla
- Tarragona
- Teruel
- Valencia
- Valladolid
En todas estas capitales, el coeficiente de actualización va a experimentar un crecimiento del 3% en 2020. Por otro lado, el crecimiento del 5% no afecta a ninguna capital de provincia, aunque sí a ciudades de cierto tamaño como, por ejemplo, Martorell. Por último, el escenario de rebaja del 3% se producirá en tres ciudades con dicho rango: Castellón, Guadalajara y Zaragoza.
Sumando la población de las dieciséis capitales afectadas y de las principales localidades que también se sitúan en el aumento generalizado del 3%, encontramos que el aumento del valor catastral golpeará fiscalmente a unos 4 millones de españoles, que verán cómo, a partir del 1 de enero, suben sus facturas de IBI, Plusvalía, IRPF o Patrimonio como consecuencia de esta decisión.
De todos los tributos afectados, el de Bienes Inmuebles es el más visible y de incidencia mayor generalizada. En este sentido, conviene recordar que los ingresos generados por el IBI han subido precisamente cuando más ha bajado el valor de las propiedades inmobiliarias. En el año 2006, en el pico de la burbuja inmobiliaria, este tributo generaba 6.700 millones de euros, mientras que diez años después, en 2016, la caída de precios no había evitado que los ingresos fiscales obtenidos por esta vía hubiesen alcanzado los 12.700 millones.
Impuestos y regulaciones nacionales
En paralelo al "catastrazo" que está a punto de entrar en vigor, lo cierto es que la formación de un gobierno socialista en alianza con grupos parlamentarios comunistas y separatistas augura otras medidas orientadas a castigar a los propietarios, bien por la vía impositiva, bien por la vía regulatoria.
Así, las negociaciones entre los distintos partidos del arco parlamentario han girado en torno a propuestas como el establecimiento de controles de precios en el alquiler, la expropiación de uso de viviendas vacías, la tolerancia con el movimiento okupa, el fin de las Socimis o la subida de impuestos a los propietarios más acaudalados. De hecho, el acuerdo del pasado lunes entre PSOE y Podemos contempla la intervención de los precios del alquiler y más impuestos a las socimis.
Si tomamos como referencia el conjunto de todos los impuestos aplicados sobre las propiedades de los españoles (IBI, Patrimonio, Sucesiones, Plusvalía, etc.), encontramos que esta vía de ingresos fiscales está creciendo con fuerza en los últimos años: generaba poco más de 20.000 millones de euros en 2010, peroen 2020 se espera que rebase los 30.000 millones.