Gerry Cotten, CEO de QuadrigaCX, una casa de cambio de divisas online, falleció el pasado mes de febrero. El problema es que Cotten se llevó a la tumba la contraseña que da acceso a seis carteras con 120 millones de euros. Desde su muerte no se ha podido acceder a estas billeteras digitales y los clientes de la plataforma han visto que no pueden mover el dinero que habían depositado en este Exchange. Por todo ello, el despacho de abogados canadiense, Miller Thomson, ha pedido a la Policía Montada (Canadá) exhumar el cadáver para comprobar que, efectivamente, Cotten está muerto.
En la carta pública, los abogados de los afectados piden "una autopsia post mortem en el cuerpo de Gerald Cotten para confirmar su identidad dadas las cuestionables circunstancias que rodearon la muerte del Sr. Cotten y las pérdidas significativas de los usuarios afectados". Esas cuestionables circunstancias a las que se refieren los abogados son la repentina muerte a los 30 años durante un viaje a la India a finales de 2018. Sin embargo, hasta febrero no se hizo público el fallecimiento. En ese periodo de tiempo, los usuarios comentaban en Internet que la plataforma les dejaba depositar dinero, pero no retirarlo.
Además, tras el fallecimiento del CEO, QuadrigaCX decidió cerrar, a pesar de tener 115.000 usuarios. Lo más inquietante de lo publicado sobre este asunto es un informe de Ernst & Young que afirmó que las billeteras de QuadrigaCX estaban vacías y que las criptomonedas se habían transferido a otros exchange. "Importantes volúmenes de criptomonedas fueron transferidos fuera de la plataforma Quadriga a exchanges de la competencia en cuentas personales controladas por el Sr. Cotten. Parece que el usuario fue registrado en estos exchanges y en algunas circunstancias usado como garantía para una cuenta de comercio de margen establecida por el Sr. Cotten", señala la consultora, según Xataka.
Tras su muerte, producida el 9 de diciembre de 2018, el cuerpo se trasladó a Canadá, donde se le dio sepultura. Sin embargo, no se le realizó ninguna autopsia, algo raro teniendo 30 años. A esto habría que sumarle que el hospital donde se produjo el supuesto fallecimiento escribió mal el nombre del CEO. Pero no solo eso, el gestor de este hospital ha sido condenado por fraude financiero.
Ahora, los abogados piden exhumar a Cotten durante la primavera de 2020 antes de que avance el estado de descomposición del cuerpo del difunto. Por su parte, su esposa, Jennifer Roberston, ha asegurado que la muerte se produjo debido a que el empresario sufría la enfermedad de Crohn.