El modelo madrileño está en peligro. Desde que llegó al poder a mediados de 2018, el gobierno socialista que encabeza Pedro Sánchez se ha lanzado en tromba contra la autonomía fiscal de la comunidad que gobierna Isabel Díaz Ayuso, defendiendo con insistencia que sus políticas tributarias basadas en bajar, eliminar y simplificar impuestos deben ser revertidas y anuladas.
Desde las filas del Ejecutivo se ha acusado a la Comunidad de Madrid de hacer "dumping fiscal" a las demás regiones del país. También se ha hablado del territorio de la capital de España como un "paraíso fiscal". Incluso se ha dicho que el modelo madrileño instaurado por Esperanza Aguirre hace quince años se sostiene a costa de socavar la "solidaridad interterritorial". Estos ataques han sido jaleados por barones socialistas como Susana Díaz, XImo Puig o Adrián Barbón.
Pero la ofensiva no es solo verbal: ya hay pasos concretos que van contra la autonomía fiscal de la CAM y que demuestran que el Ejecutivo socialista quiere acabar de una vez por todas con el modelo tributario que ha desarrollado el Partido Popular y que ha supuesto una notable reducción de los impuestos exigidos a los contribuyentes de la región.
La campaña contra la CAM, paso a paso
¿Cómo se concreta esta campaña contra Madrid? En primer lugar llegó el anuncio de que la intención de largo plazo de los socialistas es "armonizar" impuestos como Sucesiones, Donaciones o Patrimonio, impidiendo así la estrategia de eliminar o bonificar al 99% dichos tributos.
En segundo lugar llegó la decisión de restar 54 millones de euros a la financiación autonómica que debía recibir Madrid en 2019, un recorte que se justificó por la rebaja del IRPF que aplicó la CAM. La reducción se produjo a pesar de que el ministerio de Hacienda ha reconocido que los ingresos autonómicos derivados de dicho tributo van a seguir creciendo a pesar del recorte de tipos y el aumento de deducciones (para ser precisos, el aumento recaudatorio planteado ahora mismo es de 89 millones de euros).
Ahora, en tercer lugar, vemos que el ministerio de Hacienda lanza una intervención parcial de las cuentas de la Junta de Andalucía de forma arbitraria y caprichosa. En 2018, bajo gobierno de Susana Díaz, el territorio sureño incumplió el déficit público por un monto equivalente al 0,1% del PIB (cerró con un 0,5% frente a un objetivo del 0,4%). Ese mismo año, la Comunidad Valenciana se situó tres veces por encima de lo permitido (déficit del 1,2%, frente al objetivo de referencia del 0,4%), pero dicho territorio (gobernado por el PSOE) no ha sido intervenido por el gobierno de Sánchez.
En las filas del Partido Popular Comunidad de Madrid tienen claro que pronto le tocará al gobierno de Díaz Ayuso: "Van a por Madrid", alertan. La propia mandatario autonómica fue clara el pasado fin de semana, cuando afirmó que no quería una llamada telefónica de Pedro Sánchez, sino "una reunión cara a cara" en la que poder decirle al presidente del gobierno que "Madrid no se toca".
En clave parlamentaria, el apoyo de Ciudadanos y Vox a la presidenta parece descontado. Los naranjas forman parte del gobierno y han defendido las rebajas de impuestos en diversas ocasiones. Vox ha ido más allá incluso y ha pedido al PP que apruebe mayores reducciones del gasto para aminorar con mayor intensidad los tributos autonómicos. En este sentido, al igual que ocurre en Andalucía, todo apunta a que Sánchez lidiará con una alianza política cohesionada, al contrario de lo que ocurre en otros temas que separan a las distintas formaciones de centro-derecha.
Las cifras clave del 'modelo fiscal' madrileño
Los cálculos de la consejería de Hacienda son rotundos. Desde 2004, las rebajas fiscales de la Comunidad de Madrid han reducido la presión fiscal por un monto acumulado que alcanza ya los 48.000 millones de euros, lo que supone un promedio de 15.000 euros por contribuyente. Sobre tamaña rebaja fiscal, el 85% ha correspondido a rentas de menos de 60.000 euros y el 73% a personas con menos de 33.000 euros de retribución.
En lo referente a la solidaridad interterritorial, los datos son claros: la madrileña es la comunidad que más dinero aporta al Fondo de Garantía de los Servicios Públicos, hasta el punto de que el 70% de las aportaciones recibidas por dicho vehículo entre 2009 y 2018 tenían su origen en las arcas públicas de la CAM. Por otro lado, el sistema de financiación autonómica resulta especialmente duro con Madrid: de los 78.000 millones de euros recaudados en la región, apenas 18.000 vuelven a Madrid, mientras que 60.000 van al resto de las comunidades autónomas (dicho de otro modo, Madrid solo recibe el 22% de lo que recauda, siendo con diferencia el territorio que más aporta al sistema común).