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Así es la reforma de las pensiones que está incendiando las calles de Francia

Los empleados del transporte público, paradigma de los privilegios del sistema: pueden jubilarse a los 52 años.

Los empleados del transporte público, paradigma de los privilegios del sistema: pueden jubilarse a los 52 años.
Manifestantes se enfrentan a la policía antidisturbios francesa I EFE

Las protestas callejeras son casi una tradición en nuestra vecina Francia. Al igual que ha ocurrido con tantos otros líderes, el hoy presidente Emmanuel Macron enfrenta una intensa presión social desde que llegó al Elíseo. Quizá el episodio más difícil de todos fueron las manifestaciones de los llamados chalecos amarillos, que tomaron las calles del país galo hace ahora un año.

La oposición callejera al Gobierno ha vuelto a cobrar fuerza tras hacerse público un plan de reforma de las pensiones que Macron quiere impulsar antes de que concluya la legislatura. Desde el pasado 5 de diciembre, más de treinta sindicatos han declarado una huelga de protesta contra el Gobierno, reuniendo a miles de personas en las calles y desencadenando diversas oleadas de violencia.

El primer ministro, Edouard Philippe, ha insistido en que la reforma de las pensiones es fundamental para "renovar el pacto intergeneracional" y "ofrecer un sistema de jubilación común a todos los franceses". Es importante insistir en este último punto, puesto que, a fecha de hoy, la República gala mantiene al menos 42 regímenes de pensiones distintos, con diferentes reglas por ocupaciones, sectores, etc.

Un ejemplo de las diferencias lo tenemos en el esquema de jubilación imperante en el sector del transporte público. SNCF, la Renfe francesa, y RATP, la empresa municipal de transportes de París, permiten que los trabajadores se jubilen con apenas 52 años. Pero, más allá de estos privilegios, lo cierto es que el sistema en su conjunto está en entredicho, puesto que la edad de jubilación de referencia son 62 años, lejos de los umbrales vigentes en el resto de países europeos.

Unificación de reglas

El modelo que defiende Philippe con respaldo de Macron incluye las siguientes medidas:

  • Unificación de las reglas de jubilación, con ánimo de crear un sistema común.
  • Aplicación de los nuevos criterios para las generaciones nacidas después de 1975.
  • Prima para los trabajadores que extiendan su vida laboral hasta los 64 años.
  • Obligación de trabajar, al menos, hasta los 62 años.

El primer ministro, que proviene de las filas del centro-derecha, ha defendido que "las reglas deben ser comunes para todos, incluyendo a los políticos. De forma gradual, hay que terminar con las normas diferenciadas. Necesitamos un sistema común, no podemos seguir con más de cuarenta modelos de jubilación".

Un sondeo de IFOP apunta que solo el 76% de los franceses reconocen que el sistema debe ser reformado. La propuesta concreta del Ejecutivo recibe la oposición del 46%, pero cuenta con el apoyo del 54% restante. Por lo tanto, aunque en las calles se están dando fuertes protestas contra el gobierno, la situación en los hogares arroja mucha más división de opiniones. Los próximos movimientos del Elíseo pueden ser cruciales: si Macron respalda a Philippe, la propuesta puede salir adelante; si el presidente guarda silencio, es posible que al primer ministro le falte capital político suficiente para conseguir el cambio esperado.

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