El fabricante austríaco de bebidas energéticas Red Bull registró el año pasado un beneficio neto de 741 millones de euros, un 35,9 % más que los 545,1 millones de 2017, informó hoy la agencia de noticias APA.
Citando datos del registro mercantil austríaco, APA señala que la fuerte subida de los beneficios se debe sobre todo a un recorte del gasto en marketing y publicidad, así como una reducción de la plantilla en la sede central de Red Bull en Fuschl am See, una localidad cercana a Salzburgo (Austria).
El gasto en marketing y publicidad bajó de 1.740 millones de euros en 2017 a 1.640 millones de euros el año pasado.
La facturación de Red Bull fue el año pasado de unos 3.580 millones de euros, un 4,4 % más que en 2017.
Red Bull es conocida en el mundo por el patrocinio de diversos deportes y deportistas de alto riesgo pero también de equipos de Fórmula 1, fútbol y hockey sobre hielo, así como numerosos atletas de esquí alpino y nórdico.
La mitad de los beneficios para sus dos accionistas
Entre su más conocidos equipos deportivos, destacan las escuderías de Fórmula 1 Red Bull Racing y Scuderia Toro Rosso, y los clubes de fútbol Red Bull Salzburgo (Austria) y RB Leipzig (Alemania), así como los Red Bulls de Nueva York, de la Liga MLS de Estados Unidos.
Red Bull es una empresa fundada y controlada desde 1987 por el magnate austríaco Dietrich Mateschitz (49 %) y la familia tailandesa Yoovidhya (51 %).
El empresario austríaco, de 75 años, figura en la lista Forbes de los más ricos del mundo de 2019 en el puesto 53, con un patrimonio estimado de 18.300 millones de dólares.
Según APA, Red Bull reparte solo la mitad de los beneficios entre sus dos accionistas, con lo que Mateschitz ingresó en 2018 unos 182 millones de euros.
En total, la empresa emplea en el mundo a unas 12.000 personas, que produjeron y vendieron unas 6.800 millones de latas de diferentes bebidas, un 7,7 % más que el año anterior.
En la central del consorcio, en Fuschl am See, trabajan actualmente 160 personas, un 40 % menos que el año anterior.