Este lunes arranca en Madrid la cumbre del clima que preside Chile, y que acoje Madrid (tras la renuncia de Chile a causa de la grave crisis interna que vive el país). Se trata de la 25 Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y en la jornada de apertura participarán, entre otros, António Guterres, presidente en funciones del Gobierno español, Pedro Sánchez, la nueva presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, o la ministra chilena de Medio Ambiente y presidenta de la cumbre, Carolina Schmidt.
Además, durante las próximas dos semanas pasarán por la cumbre del clima numerosos jefes de Estado o de Gobierno, entre ellos quince primeros ministros europeos, los presidentes de Argentina y Ecuador, Mauricio Macri y Lenin Moreno, el primer ministro de Marruecos, Nasser Bourita, y los máximos responsables de numerosas instituciones y organismos internacionales.
Una logística gigantesca
El cambio de sede, de Chile a Madrid, ha provocado que se deba activar en muy poco tiempo una enorme logística que permita acoger el cónclave de 12 días en la capital de España. En sólo un mes se han preparado las reuniones técnicas, científicas y las sesiones plenarias en las que participan casi 200 países y donde veremos la visita de numerosos jefes de Estado y de Gobierno y responsables de organismos internacionales, además de gran número de activistas y líderes sociales.
Sólo por dar algunas cifras, la cumbre ocupa 113.000 metros cuadrados de superficie y lo hace en el recinto ferial de Madrid IFEMA. En la organización, 4.000 personas de plantilla han puesto en marcha toda la maquinara ayudados por 2.000 voluntarios y 1.500 periodistas acreditados. El número de asistentes se estima en 25.000 y el coste en 50 millones de euros, que ha liberado el Gobierno de Sánchez para poder hacer frente a la organización de esta cita. En cualquier caso, está previsto que se produzcan unos retornos por valor de 200 millones de euros en la capital.
Claves de la cumbre de Madrid
En cualquier caso, en estos momentos iniciales de la cumbre de Madrid es preceptivo hacer un repaso de lo que se espera del cónclave. En primer lugar hay que decir que se trata de una cumbre llamada "de transición". Esto lo que significa es que no se espera que la cumbre de Madrid sirva para firmar ningún nuevo documento que vaya a resultar determinante para la negociación internacional. Básicamente, lo que harán los reunidos en el cónclave climático será sentar las bases para el cumplimiento de las políticas que se comprometieron en París.
En segundo lugar, que se trata de una cumbre que coincide en el tiempo con dos acontecimientos muy relevantes. Por un lado, el anuncio del presidente de EEUU, Donald Trump, de que iniciará el proceso para salir de los acuerdos de París, y que será la tesis que defienda la fuerte delegación con la que contará EEUU en el evento. Entre la representación norteamericana destaca la presidenta de la cámara de representantes Nanci Pelosi, además de una importante representación de congresistas y senadores.
Por otro lado, la entrada en vigor en unas semanas de ese Acuerdo de París (2020). Sin embargo, algunos países como Chile –que preside el evento– confía en que sea una cumbre determinante que abra "un nuevo ciclo" en las políticas vinculadas al "cambio climático".
Gore y Thunberg
La cumbre atrae además a destacados líderes sociales, entre ellos el exvicepresidente estadounidense y Nobel de la Paz (2007) Al Gore, o a la activista sueca Greta Thunberg.