En clave económica, Cristóbal Montoro ha sido uno de los hombres fuertes del Partido Popular durante los últimos veinticinco años. Catedrático de Hacienda Pública, entró en política de la mano de José María Aznar, que en 1993 le incluyó en las listas de la formación azul al Congreso. Tres años después, tras haberse fogueado en el hemiciclo, asumió la Secretaría de Estado de Economía, a las órdenes de Rodrigo Rato.
Tras los buenos resultados económicos cosechados en su primera legislatura de gobierno, Aznar confió a Montoro la cartera de Hacienda. Tras cuatro años de servicio, desembarcó en el Parlamento Europeo, donde fue diputado hasta 2008. Ese año volvió a ser elegido diputado y, tras acompañar a Mariano Rajoy en su labor de oposición, volvió al gobierno de España en 2011, de nuevo, como ministro de Hacienda.
Tras moción de censura que tumbó al gabinete popular en 2018 y permitió el ascenso al poder del socialista Pedro Sánchez, Montoro apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en su candidatura a la presidencia del PP. La apuesta resultó fallida y, tras el triunfo de Pablo Casado en las primarias, Montoro dio un paso atrás y abandonó la política activa.
"No estamos en crisis"
Sin embargo, el exministro ha concedido varias entrevistas en las últimas semanas. La primera fue en Antena 3, en el programa Espejo Público que presenta Susanna Griso. La segunda fue una conversación con el periodista Manel Pérez, del diario La Vanguardia. En ambas comparecencias, Montoro ha apostado por desmarcarse de la línea oficial de Génova 13 y rechazar las advertencias que ha lanzado el equipo de Pablo Casado sobre el rumbo de la economía.
Montoro sostuvo en su charla con La Vanguardia que "no estamos en crisis y no tenemos por qué entrar en crisis". Lejos de comprar cualquier paralelismo con lo ocurrido hace doce años, defendió que "la situación actual no tiene nada que ver con la de 2007 o 2008", señala el autor de los últimos Presupuestos Generales del Estado aprobados por las Cortes.
¿En qué basa su optimismo Montoro? De entrada, se fija en la balanza de pagos: "Por séptimo año consecutivo, su resultado es positivo". En segundo lugar, apunta a la evolución de la inflación: "Estamos creciendo de forma sostenida sin inflación, otro hecho diferencial respecto al pasado. De hecho, esta posición nos deja cuatro veces mejor que Alemania, lo que mejora nuestra competitividad". Otra de sus ideas está relacionada con el mercado laboral: "El empleo sigue creciendo, a un ritmo del 2,3% que, de hecho, supera el aumento del PIB".
Preguntado por la deuda pública, Montoro defiende que "lo que importa es el endeudamiento total neto con el exterior, que se sitúa en el entorno del 80% del PIB". Además, pese al enquistamiento del déficit de las Administraciones Públicas, el político andaluz pone en valor que "las familias han aprovechado los años de crisis para rebajar su deuda considerablemente, reduciéndola en 600.000 millones desde 2010".
Niega haber prometido bajar impuestos
En relación con las más de 40 subidas de impuestos que aplicó entre 2012 y 2014, a pesar de haber prometido una bajada general durante la campaña del 2011, Montoro se defiende diciendo que "no hay registro de ello (de la promesa), ni en Google, ni en diario alguno". Sin embargo, la hemeroteca apunta lo contrario. Cuando La Vanguardia le cuestiona por criticar la subida del IVA , el político andaluz encaja el golpe diciendo que el único impuesto que dijo que no iba a subir, y "tuve que hacerlo muy a mi pesar" fue el IVA.
Durante la entrevista, no faltaron los dardos a Génova 13: "No se puede prometer bajar todos los impuestos, no es creíble y la ciudadanía sabe que eso es así. Un buen político es consciente de que a veces es mejor no hablar de lo que vas a hacer antes que prometer algo que no vas a poder cumplir". Por otro lado, recuerda que los programas económicos que elaboró para su partido "hablaban de bajar el IRPF, pero no de suprimir Sucesiones o Patrimonio".