La activista sueca se aproxima a España. Está cerca pero la travesía transoceánica se está complicando. Empecinada en no coger el avión, Greta Thunberg decidió viajar en barco y, ahora, el Atlántico se le está atravesando. Era de esperar. Ni siquiera sabe si llegará a tiempo al COP25, la Cumbre del Clima Mundial que se celebra en Madrid del 2 al 13 de diciembre.
Olas, frío y un pequeño camarote. Es el único mundo de la menor desde que partió del puerto de Virginia en Estados Unidos hace casi dos semanas. La joven ha subido una imagen en la que aparece en su minúscula habitación con un mapa, unos libros y, a decir verdad, con cara de pocos amigos.
Estos últimos días han tenido que enfrentarse a temporales y a temperaturas bajo cero. La madre de Thunberg no debe conciliar el sueño pensando que su hija puede ser tragada por el mar en un despiste. Porque sí, puede pasar. Lo avisaba este fin de semana el empresario Riley Whitelum, capitán del barco. El aventurero australiano aparece sujetando la vela y lanzando un mensaje de tranquilidad: "Hace mal tiempo. Hace frío, pero sobreviviremos". Mientras sujeta la vela del barco, pide a la familia que "confíe en él" y viene a concluir que saldrán adelante.
Thunberg se rebela contra un cambio climático que está abrasando el planeta. Pero, por ahora, la niña está helada. Igualmente, el empresario hacía una petición en Twitter. Rogaba que le recomendaran un hotel en el Lisboa pero que "tuviera sauna".
La ecologista reconoce que están pasando penalidades: "Tuvimos que desacelerar el bote para evitar un clima realmente duro por delante, pero ahora estamos nuevamente en camino a toda velocidad. Con suerte llegaremos a Lisboa, Portugal, a principios de diciembre", escribe Thunberg.
We had to slow the boat down to avoid some really rough weather ahead, but now we’re back on track at full speed. Hopefully we will arrive in Lisbon, Portugal, sometime in early December. @Sailing_LaVaga @elayna__c @_NikkiHenderson pic.twitter.com/k4yk8TGDjc
— Greta Thunberg (@GretaThunberg) November 20, 2019
Sin carne: cenas veganas
Greta, diagnosticada de TOC, (Trastorno Obsesivo Compulsivo) y Asperger, no debe estar pasándolo nada bien frente a la hostilidad del mar. Tampoco la alimentación que lleva ayuda a que se sobreponga del frío. La niña está llevando una dieta vegana. Nada de caldos de pollo que calienten el cuerpo ante las bajas temperaturas. La mujer del propietario del barco, Elayna Carausu, fotografiaba el momento en el que se disponen a cenar alimentos veganos por la noche.
"¡Un enorme agradecimiento a la pandilla en Norfolk por donar una semana de cenas veganas para nosotros! No haber tenido que cocinar mucho desde que nos fuimos ha sido muy bueno ... Hoy nos quedamos con nuestras últimas comidas y luego volveremos a cortar verduras y hacer malabarismos con ollas y sartenes como de costumbre!", citaba Elyana en sus redes sociales.
Narcisismo eco-pijo
Hay que recordar que los excéntricos empresarios tienen a bordo a su bebé de 11 meses: Lenny. El pequeño forma parte también de la historia audiovisual que están grabando sus padres al lado de Thunberg. La pareja lleva documentando sus andanzas en Youtube desde el año 2013.
El canal de los australianos, Sailing La Vagabonde cuenta con más de un millón de suscriptores y el número crece por momentos. Desde que Greta se subiera a bordo de La Vagabunda, los instagramers han conseguido obtener una mayor rentabilidad gracias al aumento de los suscriptores.
A ambos les encanta ser grabados. Son guapos, simpáticos, alocados, de izquierdas y ultraecologistas. Pero, ¿quién puede estar sin trabajar durante 8 años y viajando por el mundo en un catamarán presumiendo de amor por el planeta?
Riley Whitelum (32 años) montó su propia empresa en la veintena. La experiencia no le salió como esperaba. De él se sabe que, después de la quiebra, se fue a comprarse un catamarán para dar la vuelta al mundo. Había trabajado en plataformas petrolíferas y conoció en su país a Elyana, que por aquel entonces era una cantante que iba de pueblo en pueblo. Ella afirma que "lo dejó todo por él".
Los mediáticos ecologistas han confesado que viven de patrocinadores digitales que financian su estilo de vida. Carasu tiene 319.000 seguidores en su perfil, Riley 199.000 y ahora su bebé también está en el escaparate. Lenny suma ya 55.400 fans.
Bebé, ¿en peligro?
En sus vídeos aparecen siempre bellos e histriónicos. Defienden la paz en el mundo y el estilo de vida salvaje (pero con dinero en el bolsillo). Perfiles que encajarían a la perfección en Más País. El partido de Errejón aglutina el nuevo movimiento eco-pijo mundial lleno de gretistas y aplaudido por la ONU.
Pero la gravedad radica en el componente suicida de este tipo de personalidades. La famosa pareja australiana publicó un inquietante mensaje en su blog de viajes: "Hemos cruzado el Mediterráneo, el Atlántico, el Caribe y el Pacífico, y ahora también estamos criando nuestro hijo Lenny en nuestro barco. Hemos sufrido tormentas terroríficas, sustos de piratas, errores en los equipos, escasez de agua y otros contratiempos interesantes, pero no cambiaremos la vida en el mar e iremos donde el viento nos lleve", desvelaban.
Con ellos, con los autores de este mensaje, están a bordo un bebé y una menor con el beneplácito y admiración de políticos y burócratas de medio mundo. Esperemos que lleguen a Lisboa.