En 1838 se acuñaron 20 monedas de medio dólar de las que a día de hoy solo se tiene constancia de la existencia de 11 de ellas. Debido a su antigüedad y a su extrañeza, la divisa ha alcanzado un valor de mercado de 500.000 dólares (452.000 euros). La casa de subastas Stack’s Bowers Galleries, encargada de la venta de la moneda, la describe como "una moneda verdaderamente legendaria… que será venerada, estudiada y soñada para siempre". La moneda es tan rara que hasta tiene nombre propio: Cox Specimen. Estuvo en circulación hasta, nada más y nada menos, que 1980.
Se creó en New Orleans Mint, una de las casas de la moneda encargada de crear monedas de oro y de plata. Todas las divisas acuñadas en esta casa llevan la letra O estampada para distinguirse del resto y saber que fueron creadas en esta ciudad estadounidense. La Cox Specimen muestra la figura de una mujer, que porta una banda con la palabra libertad. En la otra cara, aparece el símbolo nacional del águila calva.
En el momento en el que la moneda se acuñó, el mercado de la creación de dinero era diferente. A Estados Unidos llegaban muchas monedas de plata fabricadas en países de América Latina, pero tenían una calidad inferior. Por eso, en la primera parte del siglo XIX, el país comenzó a hacer pruebas de fabricación de monedas para conocer las capacidades de la nueva prensa. De hecho, esta Cox Specimen es una muestra de aquellas pruebas que se hicieron.
La casa de la moneda de Nueva Orleans no tuvo una larga trayectoria, y terminó fabricando muy pocas divisas de medio dólar. La fiebre amarilla fue la causante de que no se creasen muchas más monedas como la Cox Specimen. Debido a toda esta historia, los coleccionistas siempre se han peleado por hacerse con algunas de las monedas acuñadas en esta casa. La Specimen ha pasado por muchas manos hasta llegar a la casa de subastas, que ahora la ha sacado al mercado.
Sin embargo, aunque se venda por 452.000 euros, no será la moneda más cara del mundo. Una divisa similar de medio dólar acuñada en 1838 se vendió por 763.750 dólares (691.095 euros) en 2014. El hecho de la Cox Specimen sea más barata no tiene que ver con su calidad, sino con la demanda del mercado. La moneda subastada más cara del mundo se vendió en el 2013 por 10 millones de euros. Se trataba de una moneda de plata acuñada en 1794, y consiguió batir todos los récords registrados hasta el momento.