El Ayuntamiento de Barcelona ha suspendido de manera preventiva la admisión de comunicados de apertura y de ampliación de pisos turísticos para reforzar la normativa actual y garantizar que no podrán crecer en la ciudad, tal como indica el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEAUT), plenamente vigente.
Así lo ha anunciado la teniente de alcalde Janet Sanz este viernes en rueda de prensa, donde ha asegurado que el consistorio "se blinda ante la apertura de pisos turísticos" en toda la ciudad con el objetivo de garantizar que no podrá crecer el número actual de 9.591.
La suspensión tendrá una duración de un año, durante el cual se llevarán a cabo los trabajos necesarios para plantear una modificación puntual de la regulación de los pisos turísticos en Barcelona.
Con esta suspensión, el consistorio pretende evitar la posible incidencia en la regulación de pisos turísticos que pueda tener el nuevo Decreto de Reglamento de Turismo, que la Generalidad aprobará próximamente, y que creará el alquiler de habitaciones como nueva tipología de alojamiento turístico.
En ese sentido, Sanz ha criticado que el Gobierno "quiere legalizar una actividad que ahora mismo es alegal y que saben que lo están haciendo sin incorporar las demandas y exigencias" que se les traslada desde el mundo municipal, por lo que reclama que se consensúe el decreto antes de aprobarlo para recoger las consideraciones de Barcelona.
"La creación de la nueva tipología de alquiler de habitaciones es una oportunidad de reflexión para evaluar la incidencia que pueda tener en la regulación de pisos turísticos y evitar los efectos negativos", apunta el consistorio en un comunicado.
Janet Sanz ha explicado que el reforzamiento de la normativa por parte del consistorio pretende dar un mensaje claro: "Controlar lo que pasa urbanísticamente en relación a los pisos turísticos. No queremos una normativa que no dé estas competencias", ha sostenido.
Ha reclamado a la consejera de Empresa y Conocimiento de la Generalidad, Àngels Chacón, una reunión con los responsables de Urbanismo de la ciudad, y ha lamentado que "no haya manera" de que la consejera les facilite el encuentro para poder hablar de estas cuestiones.
También ha exigido a la Generalidad que no trabaje "de espaldas a la ciudad, que afronte la situación problemática" que, según ella, se vive en Barcelona, y que trabaje para dar herramientas para defender a la ciudad de operaciones mercantilistas, ha dicho, ya que ve necesario que se respeten las competencias urbanísticas.