El tiempo pasa y no nos damos cuenta de ello. Parece que fue ayer cuando acabábamos nuestros estudios y buscábamos nuestro primer trabajo para empezar a construir nuestra vida. Madurar conlleva a adquirir no solo algunas responsabilidades, sino también tomar según qué decisiones. La primera de ellas se basa en escoger un trabajo que nos satisfaga para obtener beneficios que nos permitan un futuro mejor. Por otro lado, otra decisión radica en la elección de alquilar o comprar un piso. En caso de que optemos por la primera opción, es muy importante la contratación de un seguro de hogar para inquilinos, puesto que tendemos a pensar que los seguros sirven únicamente para propietarios y no es así. A la hora de valorarlo, debemos sopesar cuáles son los pros y contras de cada opción, pero lo cierto es que cada vez hay más alquileres que compras de pisos. En este artículo desarrollaremos las ventajas de cada una de ellas para valorar si es mejor una u otra, aunque lo cierto es que el alquiler está teniendo mejores datos.
Esta es la comparativa entre comprar y alquilar
La situación económica por la que estemos pasando, será determinante a la hora de decidir si escogemos entre alquilar o comprar un piso. Según el último Observatorio de Fomento, desde principios de este año existen más de 700.000 nuevas casas en alquiler en España. El peso del alquiler alcanza hasta un 23,9%, una tasa que supera en más de 3,5 puntos a la del año 2011, cuando se encontraba en un 20,4%. Si acudimos a comunidades autónomas, encontramos que las que tienen un mayor porcentaje de hogares en alquiler son Canarias con un 34,5%, Baleares con un 34,1%, Cataluña con un 30,4% y Madrid con 26,6%. Por otra parte, el 39,3% de personas de entre 30 y 44 años emancipadas viven en alquiler y los jóvenes menores de 30 años obtienen un porcentaje del 70,4%.
A lo largo de los años, nos han intentado convencer de que la opción más idónea es comprar una vivienda. Asimismo, se tiene la impresión de que alquilar es sinónimo de tirar el dinero, pero lo cierto es que a la hora de comprarnos una casa, estamos alquilando en cierto modo una gran cantidad de dinero mensualmente. Es decir, si nos decantamos por una hipoteca, pagamos intereses y por ende, alquilamos el dinero al banco.
Comenzaremos por las ventajas que tiene alquilar una casa. En primer lugar, no necesitamos una cuota inicial, lo que se traduce en costes menores para empezar a vivir en una casa. Asimismo, podemos movernos en una zona que sea mejor y en la que muchas personas no podrían vivir si tuviesen que decidirse por comprar una vivienda. Por otro lado, tenemos la oportunidad de cambiarnos si existe algún tipo de problema, como problemas con los vecinos, ruidos o imposibilidad de tener mascotas. En caso de comprarnos una casa, esta decisión es mucho más complicada.
Por otra parte, encontramos otra ventaja fundamentada en la flexibilidad y la movilidad. Sin duda, es básica para aquellas personas que tienen que cambiar de ciudad por circunstancias laborales periódicamente. Asimismo, tampoco tendremos deudas ni hipotecas bancarias, puesto que nos ahorramos la presión de una hipoteca y no tener dinero a la hora de abonar la cuota mensual.