El Tribunal Supremo acaba de darle a Nestlé un fuerte revés judicial debido a sus cápsulas de café Dolce Gusto. En 2017, el Juzgado de Marcas de la Unión Europea, dentro de la Audiencia Provincial de Alicante, ya se posicionó contra la multinacional con sede en Suiza y, ahora, el Supremo ha ratificado la decisión tomada hace dos años.
Todo comenzó cuando la marca asturiana Oquendo comenzó a vender cápsulas de café para las máquinas Dolce Gusto. Algo que hacen otras muchas marcas, sin embargo, la compañía asturiana presentó un packaging similar al de Nestlé. Tras comenzar a comercializar estas cápsulas de marca blanca, Nestlé presentó una demanda ante el Juzgado de Marcas de la Unión Europea y tras el fallo de este lo recurrió ante el Tribunal Supremo.
Sin embargo, la Justicia entiende que Oquendo no infringe un diseño registrado por Nestlé. Aunque, la primera resolución sí entendía que en algunos aspectos del packaging sí había similitudes. Señalaban que tanto la forma de la caja, como las imágenes de una taza de café de cristal sobre un fondo blanco podían crear confusión al consumidor. De hecho, en la primera sentencia se condenó a Oquendo a parar "fabricación, oferta, comercialización, importación y cualquier otro acto de explotación comercial" de esta línea de productos, además de obligarla a "destruir los packagins o modos de presentación" que suponían una infracción de la ley. También le condenaba a una multa simbólica de 65 euros y a indemnizar a Nestlé con al menos el 1% de la cifra de negocio de la empresa.
Tras la sentencia, Oquendo recurrió y en la segunda sentencia el Juzgado de Marcas de la Unión Europea falló a favor de la empresa asturiana. En la resolución de 2017, el juzgado aseguró que los envases de la empresa española no infringían ningún diseño internacional. Tras este cambio de criterio, Nestlé decidió llevar el caso ante el Tribunal Supremo, que acaba de pronunciarse a favor de Oquendo.
Se desconoce cuál ha sido la sanción que ha tenido que abonar Nestlé, o si ha tenido que abonar algo. Lo que sí ha quedado claro tras la sentencia es que Oquendo podrá seguir vendiendo sus cápsulas, que le han reportado un buen éxito empresarial. En en 2018 un ejercicio récord, con unos ingresos de 30 millones, un 8% más, y un beneficio de 2,4%, una mejora del 52%, según Cinco Días.