Apenas once horas después del debate presidencial en el que el presidente en funciones Pedro Sánchez sacó pecho hablando de los "pilares sólidos" de la economía española, el ministerio de Trabajo publicó un desastroso boletín de empleo que certificó el fuerte aumento ocurrido el mes pasado en las listas del paro.
Las cifras de desempleo para septiembre reflejan el mayor incremento de la desocupación desde 2012, con un total de 97.948 personas más. Pero los malos datos económicos no terminan en el mercado de trabajo. De hecho, en los últimos días han salido a la luz nuevas cifras que certifican un franco deterioro de la producción.
Un buen ejemplo del rumbo negativo que sigue la economía es el Índice de Producción Industrial, que muestra cómo el sector secundario sufrió en septiembre una caída del 0,8%. Por comparación, en el mismo mes de 2017 se produjo una mejora del 0,7% en este indicador, mientras que en 2018 se observó una caída del 0,3%.
Por epígrafes, la producción de bienes de consumo duradero aumenta un 1,3%, mientras que en el resto de partidas se observa un descenso. Así, cae un 0,2% la producción de bienes de consumo no duradero, baja un 0,4% la producción de bienes intermedios, cede un 0,6% la producción energética y desciende un 2,6% la producción de bienes equipo. En tasa anual, los nueve primeros meses de 2019 arrojan un magro aumento del 0,8% para el conjunto de la actividad industrial.
Tampoco hay buenas noticias en el Índice de Precios de Exportación (IPRIX) y de Importación (IPRIM), que mide la evolución de las compras y ventas internacionales de nuestra economía. Si nos fijamos en la variación de los precios de importación, la evolución en septiembre apunta a una caída del 1,4%. Si atendemos a los precios de la exportación, los datos para el pasado mes arrojan un descenso del 1,3%.
Lo peor de todo es que, más allá de los datos de septiembre, la evolución de ambos indicadores es francamente negativa desde hace ya muchos meses, tal y como se puede ver en los dos siguientes gráficos:
Por último, los datos de la Estadística de Procedimiento Concursal certifican también un aumento preocupante del número de empresas que se declara en bancarrota. En el tercer trimestre de 2019, la cifra de mercantiles que cayeron en esta situación experimenta un crecimiento del 9,1%. Del total de concursos observados, el 35,8% corresponde a empresas dedicadas al comercio y la construcción.