La patronal de la industria farmacéutica, Farmaindustria, ha celebrado en Chinchón esta semana su XVI Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación, para trasladar una visión general del momento que vive la industria farmacéutica en España y en el mundo y los principales retos a los que se enfrenta, principalmente, en el ámbito doméstico.
En su intervención inicial, el presidente de la patronal, Martín Sellés, destacó en grandes cifras el estado actual de la industria farmacéutica en España. Un sector que, en sus palabras, "es motor de progreso" en nuestra economía.
Tal y como recordó Sellés, más del 94% de los empleados de este sector tienen un contrato indefinido y más del 60% de ellos son titulados universitarios. Además, más de la mitad de los trabajadores de esta industria son mujeres (el 65% cuando nos referimos al área de I+D+i). En materia de inclusión, es una industria que saca sobresaliente ya que, sin aplicar medidas excepcionales de cuotas, es una industria en cuyos comités de dirección 4 de cada 10 miembros son mujeres, lo que significa cuatro veces más que la media de las empresas del Ibex 35.
Estos datos, según Sellés, reflejan que hablamos de un sector que genera riqueza, inversiones y puestos de trabajo, sin contar los beneficios intangibles para el sistema que genera su actividad, ya que cada medicamento puesto en el mercado implica la mejoría en productividad de un grupo de enfermos y un sustancial ahorro en los servicios de atención médica.
Respecto a la innovación, Sellés también sacó pecho y recordó que "1 de cada 5 euros que se invierte en el sector industrial en España en I+D+i, lo invierte el sector farmacéutico".
Una realidad como la que avalan estas cifras se merece un "mayor reconocimiento" en opinión de la patronal de la industria farmacéutica quien considera que, si el Gobierno no ofrece este "mayor reconocimiento", es posible que se pierdan inversiones y que haya empresas que se marchen en busca de tierras mejor nutridas para sus plantas de producción.
Al mismo tiempo, Sellés recordó cómo otros países están "haciendo todo lo posible por atraer este tipo de inversiones" y por ese motivo, señaló que la industria necesita "argumentos sólidos para lograr que esas inversiones vengan a España y no se vayan a otras latitudes". Motivo por el cual mostró su deseo de "dialogar con el gobierno" que salga de las próximas elecciones "para diseñar una estrategia para que las inversiones vengan a nuestro país".
Fármacos en desabastecimiento
Por otro lado, Sellés destacó que la industria en España se ha ofrecido a producir algunos medicamentos que se encuentran en desabastecimiento, debido a que se ha cedido en los últimos años la fabricación de fármacos a Asia y que la demanda internacional ha crecido en gran medida.
Martín Selles, que además de presidente de Farmaindustria es consejero delegado de Janssen, ha incidido en este problema y ha recordado que en España se comercializan unas 16.000 presentaciones de medicamentos y hay problemas de suministro a día de hoy en 548 presentaciones, es decir en un 3 % aproximadamente, la misma proporción que en Bélgica y en Holanda, aunque en Francia este porcentaje se eleva al 5%.
Esta situación obliga a la industria farmacéutica a buscar "soluciones imaginativas", decía Sellés, y entre ellas destacaba la de movilizar a laboratorios en España para producir "medicamentos maduros", es decir que han perdido normalmente la patente, que son considerados esenciales y están riesgo de desabastecimiento.
Es una idea que exigiría, según la patronal, reforzar el diálogo y la cooperación entre la industria y la Administración con un objetivo económico y social porque generaría empleo en el país y podría sumar recursos a través de la exportación.
En esta idea está trabajando Farmaindustria con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, según Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, quien ha subrayaba que el problema afecta a toda Europa y que la solución pasa por volver a traer la fabricación.
Si se produjeran en España, según Arnés, se reduciría el desabastecimiento y daría una viabilidad a muchas compañías del país "que tienen un futuro incierto en un sector que cada vez es más demandante en términos de recursos y de investigación".