El crecimiento de la actividad del sector privado español se enfrío durante el pasado mes de octubre hasta su nivel más bajo de los últimos seis años, según el dato compuesto del índice de gerentes de compras (PMI), que retrocedió a 51,2 puntos desde los 51,7 del mes anterior, su peor lectura desde noviembre de 2013, según reflejan los datos de la encuesta elaborada por IHS Markit.
La ralentización de la economía española responde al deterioro de la actividad manufacturera, cuyo índice bajó a 46,8 puntos desde los 47,7 del mes anterior, la mayor contracción desde abril de 2013, mientras que en el sector servicios el crecimiento se frenó a mínimos de trece meses, con una caída del correspondiente índice a 52,7 puntos desde los 53,3 de septiembre.
Los peores datos de crecimiento
"El crecimiento de la economía española continuó debilitándose en octubre, y actualmente se está registrando la expansión más lenta en alrededor de seis años", declaró Paul Smith, economista de IHS Markit, para quien existen indicios de propagación al sector de servicios de los problemas que atraviesa la industria.
El crecimiento en general se vio afectado por el incremento más débil de los nuevos pedidos en más de seis años, aunque siguió observándose una notable divergencia sectorial, ya que el crecimiento de los nuevos pedidos en el sector servicios se mantuvo, pero fue el más débil en tres meses, mientras que los fabricantes registraron la mayor caída de los nuevos pedidos en seis años y medio.
En el caso del sector servicios, las empresas siguieron creando empleo en octubre, acumulando así más de cinco años en positivo, aunque el dato de crecimiento del empleo en el sector en octubre fue el más débil desde finales de 2014.
"Como señal cada vez más preocupante para la salud de las empresas que operan en el sector servicios, el crecimiento solo se mantuvo a través del descuento de precios", apuntó Paul Smith, destacando que los márgenes de beneficios de las empresas del sector se encuentran bajo mayor presión por el aumento de los costes laborales, lo que sugiere la posibilidad de que frenen la contratación y los planes de inversión a medida que se aproxima el final de año.