El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, asumió el cargo prometiendo, entre otras muchas cosas, reducir el paro, crear empleo y, sobre todo, mejorar la precariedad laboral. Pero, tras casi un año y medio en el poder y a escasos días de repetir elecciones generales, el mercado de trabajo ha evolucionado de forma muy diferente a lo pronosticado por el líder socialista, tal y como muestran los datos de octubre que se publicaron el pasado martes.
Octubre suele saldarse, habitualmente, con un repunte del paro debido a la finalización de los contratos veraniegos, pero la clave, en este caso, es que los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) acaban de anotarse el peor registro en este mes desde el fatídico 2012, cuando España todavía estaba en plena tormenta financiera. En concreto, el desempleo subió en 97.948 personas (+3,2%), el doble que el pasado año (+52.194) y el mayor alza desde 2012, cuando aumentó en 128.242.
De este modo, el volumen total de parados se situó en 3.177.659 personas, su nivel más bajo en un mes de octubre desde 2008. Otro factor relevante es que, una vez eliminado el efecto estacional para poder realizar comparaciones homogéneas con independencia del momento del año, el paro aumentó en 29.153 personas respecto a septiembre, protagonizando así el primer incremento en este mes desde 2012 y el mayor desde octubre de 2011, cuando la economía española estaba en recesión.
Asimismo, aunque en el último año el paro se ha reducido en 77.044 personas, su ritmo de bajada apenas alcanza el 2,37%, el menor descenso en términos relativos desde octubre de 2013. Si el pasado año por estas mismas fechas el paro bajaba en más de 212.000 personas a nivel interanual, ahora lo hace a un tercio de aquel volumen.
Pese a todo, lo más importante no es el paro en sí, sino la creación de empleo, y el problema es que también se está frenando. La Seguridad Social cerró octubre con un aumento medio de 106.541 afiliados (+0,5%), hasta un total de 19.429.993 ocupados.
A priori se trata de un dato positivo, puesto que se alza como el segundo mayor aumento en este mes tras el logrado en 2018 (+130.360), pero, una vez eliminado el efecto estacional, la creación real de empleo se reduce a 56.194 personas, un 31% inferior al de 2018 (+81.100) y el menor incremento desde 2015 (+19.900).
Y ello, sin contar que el empuje del empleo público explica buena parte de esos nuevos puestos de trabajo, ya que, con el inicio del curso académico, la educación ha sido el sector con mayor subida de afiliados, al sumar 151.087 personas. Según los datos del Ministerio, las Administraciones Públicas ganaron 79.348 cotizantes de media el pasado mes de septiembre (último dato disponible) en relación al mismo mes de 2018 (+3,2%), especialmente la Administración Autonómica (57.217 nuevos afiliados, +4%), seguida de la Estatal (+17.450, +5,3%) y de la Local (+4.681, +0,67%). Y todo apunta a que esta misma tendencia se ha mantenido en octubre.
Lo relevante, en todo caso, es que, si bien la ocupación crece, lo hace también al menor ritmo de los últimos años, también a nivel interanual. Así, aunque el número total de afiliados sube en 436.920 cotizantes desde octubre de 2018, esto supone un 2,3% más frente al 3,05% de hace un año, la menor subida del último lustro.
Por último, pese a que el Gobierno de Sánchez incide mucho en la necesidad de combatir la precariedad, los resultados obtenidos tampoco acompañan en esta materia. En octubre, se firmaron un total de 237.866 contratos indefinidos, un 1,84% menos que hace un año. En lo que va de ejercicio, el empleo indefinido acumula un total de 1,84 millones de contratos, un 4,8% menos que en el mismo período de 2018. Los contratos indefinidos a tiempo completo bajan en 8 de los 10 meses de 2019.
Excluidos el efecto calendario y la estacionalidad, se observa que la contratación indefinida cae un 1,7% respecto a septiembre, mientras la temporal aumenta un 0,3%, por lo que la ratio de temporalidad crece dos décimas, volviendo a superar el 90%, tal y como destaca BBVA Research. En definitiva, el mandato de Sánchez se está saldando con más paro, menor creación de empleo y mayor precariedad laboral.