Jordi Merlo es uno de los 54 jóvenes españoles que están cumpliendo el sueño de conocer sobre el terreno Silicon Valley, la meca del emprendimiento mundial, gracias al programa Explorer, Jóvenes con Ideas, que impulsa Banco Santander. A la vez que busca financiación para su interesantísimo proyecto de reciclaje y reutilización de materia orgánica comestible, no pierde detalle de lo que realmente es emprender, algo muy diferente a lo que él conocía.
Son las siete de la mañana en San Francisco y acaba de salir el sol. Es California, pero no hace calor, ni lo hará a lo largo del día. Más bien, ese fresco que, como tantas otras cosas, ha separado desde siempre a la ciudad del Golden Gate de la casi tropical Los Ángeles. Jordi Merlo, de 27 años, ya está despierto, aunque siga viviendo el sueño de su vida en la meca de la tecnología y de los emprendedores. Es la cabeza pensante del proyecto Re-opportunity World que, como mejor idea del Centro Explorer Sant Cugat PRUAB, está de visita en Silicon Valley junto a otros 54 jóvenes emprendedores sobradamente preparados para poner en marcha negocios solventes cargados de buenas intenciones.
Todos ellos aspiran a los diferentes premios de la 10ª edición de los Premios Explorer, auspiciados por Banco Santander, aunque su mayor galardón está siendo conocer de primera mano cómo se emprende en el lugar en el que comenzaron a surgir algunos de los proyectos que desde hace décadas mueven el mundo.
El programa Explorer Jóvenes con Ideas está impulsado por Banco Santander a través de Santander Universidades y coordinado por el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE). Desde su puesta en marcha en 2011, este compromiso de Banco Santander con la innovación y el talento joven, ha potenciado los proyectos de más de 6.000 jóvenes y ha favorecido la creación de más de 600 empresas. Solo en esta edición, la iniciativa ha proporcionado formación y mentoring a un total de 1.812 universitarios.
El programa se desarrolla en el marco de Santander X, la plataforma global de emprendimiento universitario que pretende respaldar la apuesta de las universidades por el espíritu emprendedor desde una perspectiva global e interconectada, con el objetivo de contribuir al progreso de las personas, las empresas y la sociedad.
Volvamos, aunque desgraciadamente solo sea vía telefónica, a San Francisco. "En realidad", comenta Jordi desde su hotel en la más europea de las ciudades estadounidense, "nunca habría soñado con estar aquí, pero cuando surgió la posibilidad y esa opción se hizo real al ganar el primer premio en el Sant Cugat PRUAB, nos hizo muchísima ilusión. Es una oportunidad única porque nos está sirviendo para conocer a gente genial que nos puede ayudar muchísimo a crecer con nuestros proyectos".
La idea que ha llevado a Jordi Merlo a cruzar el charco y buscar financiación y consejos se llama Re-opportunity World y, al menos sobre el papel, no puede ser más interesante. "Somos una empresa basada en el reciclaje y en la reutilización de la materia orgánica comestible. Lo que hacemos es recoger fruta y verdura que está en mal estado, esa que se va a tirar a la basura o se va a quemar. En vez de hacer eso, nuestro objetivo es devolverla al mercado en un estado óptimo y completamente apto para el consumo humano. Tenemos preparada una línea muy grande de productos y lo que hacemos es alargar la vida útil de la fruta y la verdura por un espacio que puede llegar a más un año y, además, conservando un 90 por ciento de los beneficios que poseen esos alimentos".
Pero el proyecto de este joven catalán no se cierra en lo meramente económico y empresarial, sino que se completa con un importantísimo cariz social. "Esa parte es completamente fundamental para nuestra idea. De hecho, colaboramos con la ONCE y sus proyectos con personas en riesgo de exclusión social con el objetivo de crear un trabajo más digno. También mantenemos relación con la Cátedra de Solidaridad y Paz de la UNESCO y con el Banco de Alimentos para poner nuestro granito de arena en su trabajo para reducir el hambre en la sociedad".
En la actualidad, Re-opportunity World cuenta con el proyecto "completamente validado" y ya con una sede, "una nave en Mercabarna, el HUB de los mercados en Europa". Lo que falta es la financiación, pero Jordi es plenamente consciente de que está en el lugar adecuado para conseguirla. "Estamos buscando una ronda de financiación de 300.000 euros para poder comenzar con la empresa y suministrar a todas las empresas con las que vamos a trabajar. Y para lograrlo, esta experiencia en Silicon Valley está siendo clave".
Experiencia Explorer: cuando la realidad supera lo esperado
Seguro que los 54 jóvenes emprendedores españoles habían oído hablar alguna vez de aquel lugar del planeta en el que los proyectos, llenos por supuesto de talento, se hacen realidad. Sin embargo, al menos para Jordi, la realidad ha superado por completo todo lo esperado. "Puf, es que ¿sabes? aquí las cosas se hacen de manera muy distinta. El emprendimiento se tiene muy en cuenta y además hay mucho dinero porque aquí la vida es muy cara. Pero está claro por qué es el centro de la tecnología mundial. Y es que es otro nivel. Son proyectos gigantes con inversiones enormes. Aquí se hace todo a lo bestia", comenta el impulsor de Re-opportunity World, que duda a la hora de encontrar un adjetivo que resuma su experiencia. "De momento, yo diría que impresionante, pero también que está siendo increíble, porque realmente no nos podíamos esperar esto. Es una cosa espectacular porque todo el entorno es superemprendedor y te ayudan en todo momento a que sigas con tu proyecto y puedas construir una empresa potencialmente grande. A nivel profesional es clave porque estamos hablando con muchos inversores que nos están apoyando muchísimo". Y ¿a nivel personal? "Una experiencia de vida, un conocimiento de otro mundo muy distinto, un punto de vista muy diferente de lo que es emprender".
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