El grupo propietario de Pachá ha recibido una demanda judicial por parte del empresario Josep Gual Roca, socio de Cherry 2013, por incumplimiento de contrato. Gual reclama a la firma de ocio hasta 21,4 millones de euros por, supuestamente, haber incumplido un contrato firmado en julio de 2016 para sacar una línea de ropa de la marca Pachá.
La batalla judicial no es sencilla. Todo se remonta al año 2016, cuando Josep Gual firmó un acuerdo con la familia Urgell, antigua propietaria de Pachá, para sacar una colección de moda bajo la marca Pachá. Para sellar el acuerdo, las compañías Cherry 2013 y Pachá Merchandise firmaron un contrato de joint venture, de cesión de licencia y de agencia para llevar a cabo la línea.
En abril de 2017, la familia Urgell vendió el grupo a Trilantic Europe, una empresa de capital riesgo con sede en Reino Unido y Luxemburgo. La operación se cerró en torno a los 300 millones de euros y participaron en ella dos fondos de inversión españoles. Con la venta del grupo Pachá empezaron los problemas entre la firma de ocio y el empresario catalán, que asegura no haber sido informado de esta operación. "La actitud de Pachá Merchandise es de incumplimiento total y descarado de todos sus deberes contractuales". La filial de Pachá habría tomado "decisiones unilaterales anárquicas e irracionales", alega Cherry 2013 a Expansión.
"La idea era crear una colección de calidad, al nivel de Polo Ralph Lauren, Lacoste o Tommy Hilfiger, con prendas como tejanos o camisas, además de complementos", explican desde el bufete Práctica Legal, que asesora a Gual. Sin embargo, la idea no llegó a materializarse a pesar de tener el contrato firmado.
La muestra más clara del desplante, según los demandantes, fue la suspensión por parte de Pachá de un evento en Ibiza en el que se anunciaría la alianza. A este evento irían directivos de la marca Diesel, con la que Gual trabaja. Pero, a cuatro días del evento, el grupo de ocio decidió suspenderlo. "Los nuevos directivos de Pachá (...), en un alarmante atentado contra el tráfico mercantil, sin justificación alguna, sólo por su prepotencia, procedieron a anular unilateralmente esa fiesta (...) con una mala fe manifiesta y con toda la intención de dinamitar el proyecto", reza la demanda.
Cherry 2013 reclama por ello 21,4 millones de euros ya que considera que existe un lucro cesante. La firma calcula que dejará de recibir 8,9 millones de euros por el contrato de joint Venture y 8,5 millones por el contrato de agencia, ya que habían pactado volúmenes de negocio mínimo. Además, exige cantidades por otros conceptos.
Sin embargo, desde Pachá afirman desconocer este asunto: "Lo único que sabemos es que, a día de hoy, hay una demanda interpuesta en Alicante por infracción de marcas europeas contra Cherry 2013, solicitando asimismo que se declare revocado cualquier derecho al uso de las marcas que pudiera haberse otorgado en el pasado, debiendo declararse resueltos una serie de acuerdos relativos al uso de las marcas".