El Partido Popular (PP) ha sacado toda su artillería fiscal para las elecciones generales del 10 de noviembre. Bajarle los impuestos a los españoles será la gran apuesta de los de Casado, que han pospuesto aplicar grandes reformas económicas en otras áreas, como la de pensiones.
Su plan está tan claro, que para la próxima cita en las urnas, los populares han decidido mantener intacto el programa económico que presentaron en los pasados comicios de abril. "Es exactamente el mismo. No hay ningún cambio", señalaban ayer miércoles fuentes del equipo económico del partido. La novedad que ha presentado Pablo Casado en los últimos días es la cifra que va a alcanzar lo que él mismo ha bautizado como una "revolución fiscal". Para hacerlo, aprovechó el congreso anual de la Empresa Familiar, que se ha celebrado esta semana en Murcia y al que Pedro Sánchez, curiosamente, dio plantón. La cuantía anunciada no es nada desdeñable, porque pretenden que los españoles se ahorren 16.000 millones en impuestos.
"Esto no es dinero que se va dejar de recaudar, es dinero que se va a inyectar a la economía. La baja fiscalidad va a atraer más inversión, va aumentar la renta disponible de ciudadanos y empresas y, en definitiva, va a hacer que el dinero se mueva. Está claro que en algunas partidas vamos a perder recaudación, porque vamos a eliminar impuestos (como Patrimonio o Sucesiones), pero en otras, vamos a ganar ingresos", señalan las mismas fuentes. Tan seguros están de sus cálculos, que el PP tiene previsto incluso aumentar la recaudación en términos globales con esta batería de rebajas impositivas hasta los 16.118 millones de euros. Libre Mercado ha tenido acceso al desglose de la medida estrella y de los principales impuestos que van a reducir. Estos son:
Un ahorro de 200 euros en el IRPF
Como se observa en la tabla, el mayor ahorro para los contribuyentes vendrá de la mano del Impuesto de Sociedades y del IRPF. El plan del PP para Sociedades consiste en rebajar el impuesto situando el tipo máximo por debajo del 20%, así como impedir que este tributo grave fiscalmente beneficios que ya han pagado impuestos en otros países.
Para el Impuesto sobre la Renta, los populares pretenden llevar a cabo una rebaja fiscal que afectará a todos los contribuyentes, es decir, en los cinco tramos del impuesto. Dicho de otra forma, esta reducción de impuestos supondría una rebaja media de 200 euros por ciudadano. Esta última lectura hay que cogerla con pinzas porque, de los casi 20 millones de declarantes que tenemos en España, hay tramos de renta que actualmente apenas pagan IRPF, como los que van hasta los 12.000 euros anuales. Por tanto, a estos casi 7 millones de declarantes les afecta poco cualquier rebaja que se ponga en marcha. Como se observa en la tabla, quien sostiene verdaderamente los ingresos por IRPF en España, y a quien afectará más la rebaja de Casado, es a las rentas medias. En el caso de las rentas altas, los populares pretenden situar el tipo máximo del IRPF por debajo del 40%.
Eliminarán Patrimonio, Sucesiones y AJD
Siguiendo con el IRPF. En las comunidades autónomas en las que gobierne el PP establecerán deducciones en este impuesto para menores de 35 años y familias con al menos un hijo. Sobre las figuras tributarias que pretenden hacer desaparecer destaca el Impuesto sobre el Patrimonio, el de Actos Jurídicos Documentados (ADJ), para la constitución de hipotecas en la compra de la vivienda habitual, y el de Sucesiones y Donaciones, para las transmisiones entre padres e hijos y al resto de la línea descendiente, así como entre cónyuges.
Otra de las propuestas fiscales de mayor peso de las que plantea el partido es la creación de un Blindaje Fiscal del ahorro para la jubilación que, entre otras cosas, extienda los beneficios fiscales de los planes de pensiones a la vivienda habitual y a los planes de ahorro, todo lo contrario a las propuestas de las formaciones de izquierdas para el 10-N. Esta partida junto a otra larga lista de rebajas de impuestos, como las de las cotizaciones sociales, especialmente para la contratación de jóvenes y de parados de larga duración, hacen la suma de los 16.000 millones de Casado.
Desde el PP, se comprometen a seguir la senda de la rebaja fiscal, aún en el peor escenario posible: si España entrara en recesión. "La ralentización puede convertirse en una crisis", admiten los populares. "Ahora mismo no contemplamos la posibilidad de entrar en una recesión, pero si ocurre, nos centraremos en garantizar los servicios públicos y gestionar el gasto público de manera responsable, seria y eficiente eliminando duplicidades y con bajadas de impuestos", aseguran. Su plan para garantizar el equilibro presupuestario se basa en un gasto público "controlado por debajo del crecimiento". Así lo han llamado.