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El PP promete bajar impuestos aunque España entrase en recesión

Los populares han decidido no tocar ni una coma del programa económico que presentaron en abril.

Los populares han decidido no tocar ni una coma del programa económico que presentaron en abril.
El candidato por el Partido Popular a las elecciones generales, Pablo Casado, este miércoles | EFE

El miedo a que una nueva crisis vuelva a golpear a España sobrevuela la cita electoral del próximo 10 de noviembre. Los partidos políticos ya han sacado su artillería económica, entre ellos, el PP, que ha reunido a la prensa este miércoles con sus pesos pesados en esta materia. La "revolución fiscal" de Pablo Casado, que, según sus cálculos, ahorrará la friolera de 16.000 millones de euros a los españoles, va a ser una de sus medidas estrella.

Por eso, los populares han decidido no tocar ni una coma del programa económico que presentaron en abril. "Es exactamente el mismo. No hay ningún cambio", señalan fuentes del equipo económico del partido. La rebaja del IRPF, la de Sociedades, la de las cotizaciones sociales, la eliminación de Sucesiones y Patrimonio, la implantación de la mochila austriaca, el blindaje al ahorro o la atracción de talento con la famosa Ley Beckham son algunos de sus puntos fuertes.

Pero el crecimiento de España se ha ralentizado tanto, que hasta el Gobierno de Pedro Sánchez ha tenido que admitirlo, dejando de referirse a la situación que atraviesa el país como un mero "enfriamiento de la economía". De hecho, a pesar de que lo justifica en un cambio contable del INE, al PSOE no le ha quedado más remedio que rebajar su previsión de crecimiento al 2,1% para este año, aunque no quedan apenas servicios de estudios ni organismos oficiales que confíen en que España va a llegar a esa cifra. Por ejemplo, Funcas o BBVA apuntan al 1,9%, rompiendo así con la barrera psicológica y el cierto prestigio que supone crecer por encima del 2%. En el PP son conscientes de la delicada situación por la que atraviesa España, y recuerdan que "ningún sector económico ha recibido una buena noticia", en los últimos meses del gobierno de Sánchez.

"La ralentización puede convertirse en una crisis"

La duda está ahora en qué planes tiene el PP si vienen mal dadas y la economía empeora. La posibilidad de entrar en una recesión técnica, con dos trimestres consecutivos de caída del PIB, todavía está lejos, pero nadie puede garantizar que no ocurrirá. Si sucediera, cumplir con el equilibrio presupuestario, tanto por la vía de los ingresos como por la del gasto, sería bastante más complicado. Desde el PP, evitan hablar de recortes y se niegan a revertir su política fiscal. "La ralentización puede convertirse en una crisis", admiten los populares. "Ahora mismo no contemplamos la posibilidad de entrar en una recesión, pero si ocurre, nos centraremos en garantizar los servicios públicos y gestionar el gasto público de manera responsable, seria y eficiente eliminando duplicidades y con bajadas de impuestos", aseguran. Su plan se basa en un gasto público "controlado por debajo del crecimiento", lo han llamado.

Diferente será, y eso temen los de Casado, que si llegan a Moncloa se encuentren con que el déficit oficial no sea, ni parecido, al real. "Debajo de los colchones o en los cajones no sabemos lo que nos vamos a encontrar, como ya pasó en 2011, que nos encontramos tres puntos de déficit más del comunicado", aseguran, lo que les podría llevar a negociar una nueva senda con Europa.

Lo que tienen claro que no van a hacer en el partido de Pablo Casado es utilizar el gasto público para capear la crisis. "Estimular la demanda interna con políticas enormes de gasto público tiene el efecto de crear una senda falsa de la demanda", explican, mientras recuerdan que Zapatero "llevó a cabo el mayor gasto público de la UE en 2009", con nefasto resultado. "Hay que incidir en las políticas de oferta, ahondado en la reforma laboral, atrayendo a grandes empresas y fortaleciendo la renta disponible de los ciudadanos", añaden.

El futuro de las pensiones está siendo otro de los temas más comentados de la campaña. El PP se ha encomendado al Pacto de Toledo para su reforma, aceptando su revalorización con el IPC, teniendo en cuenta otros indicadores, pero sin volver a mencionar la reforma que llevó a cabo Rajoy en 2013. En este sentido, plantean medidas para favorecer el ahorro, como los planes de pensiones, pero descartan la capitalización de las pensiones que pide Vox porque "es insostenible". Desde el PP apuestan por las pensiones públicas porque "no se puede convertir el sistema en privado", y también, por tomar las medidas necesarias para que las "pensiones aguanten".

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