La Iglesia católica quiere reconectar con los jóvenes y para eso han sacado al mercado un nuevo rosario llamado eRosary, que se activa con una aplicación telefónica. En la práctica funciona como una pulsera inteligente, que cuenta con 10 cuentas de rosario y una "cruz inteligente" que almacena los datos. De hecho, para acceder a la aplicación basta con hacer la señal de la cruz.
La aplicación juega un papel importante en el eRosary, ya que una vez dentro de ella, el feligrés elegirá entre rezar el rosario estándar, el rosario contemplativo o un rosario temático, que se va actualizando en función de la época del año. La cruz y la app guardan los datos del progreso que hace el creyente y realiza un seguimiento de los rosarios completados. Desde el Vaticano aseguran que forma parte de una Red Mundial de Oración del Papa y que busca enseñar a rezar a los más jóvenes utilizando las herramientas tecnológicas más punteras.
La aplicación asociada al rosario inteligente se puede personalizar e incluso tener un seguimiento de nuestra salud en la propia aplicación. Este gadget tecnológico está a la venta desde 99 euros. "Une la tradición con la modernidad a través de líneas y curvas simples, esta es nuestra filosofía de diseño. Las cuentas de ágata negra y hematites se combinan con una cruz cuidadosamente terminada, simbolizando la fe humana duradera", señala la página oficial del producto.
El eRosary sirve además como smartband ya que mide el número de pasos diarios, las calorías quemadas y el ritmo cardíaco, entre otras cosas. "Una iniciativa para rezar por los desafíos del mundo y de la misión de la Iglesia. Una pedagogía para aprender a rezar el rosario y encontrar el camino hacia tu fe. Una diversidad de temas: rosario estándar, rosario contemplativo, rosario temático. Una audioguía para contemplar y escuchar el Evangelio", describe la página oficial.
Ya ha sido hackeado
Sin embargo, la seguridad de la aplicación Click to Pray eRosary ya ha sido hackeada. Algo peligroso para el usuario, ya que esta app registra datos personales como el correo electrónico, el nombre o la ubicación. Baptiste Robert, un investigador francés de ciberseguridad, tardó sólo 15 minutos en encontrar una vulnerabilidad en el dispositivo que le permitiera acceder a los datos de usuario. Desde el Vaticano ya anunciaron que están trabajando para enmendar los fallos.