"¿Te imaginas algo peor que #ElDespidoGratis? Pues Pedro Sánchez ya ha propuesto algo peor: QUE TE PAGUES TÚ TU PROPIO DESPIDO". – Cuenta oficial de Twitter de Izquierda Unida
Con emoticonos y mayúsculas, con mucho ruido y una campaña en las redes sociales de las reservadas a los eventos más importantes, con decenas de tuits y retuits… Podemos iniciaba el pasado martes su campaña electoral en el terreno económico. Y lo hacía con un tema muy sensible para la izquierda: la reforma laboral del PP y los planes secretos de Pedro Sánchez para mantenerla e, incluso, aumentarla.
Como explicábamos en Libre Mercado, la excusa se encuentra en la página 31 del Programa Nacional de Reformas que el Ministerio de Economía ha enviado a Bruselas. Allí, en el apartado 2.5.1 se dice lo siguiente:
En primer lugar, simplificar y reordenar el menú de contratos de trabajo (CSR 2.2.2), con el objetivo de avanzar hacia tres fórmulas contractuales básicas -indefinido, temporal estructural y formativo-. En segundo lugar, abordar la implantación gradual de un sistema de cuentas individuales de capitalización para la movilidad (CSR 2.2.3) a través de la creación de un Fondo que permita a los trabajadores hacer efectivo el abono de las cantidades acumuladas a su favor en los supuestos de despido improcedente, de movilidad geográfica, para el desarrollo de actividades de formación o en el momento de su jubilación. Esta propuesta tiene potencial para contribuir significativamente al dinamismo laboral y a la productividad española, y se abordará en el marco del diálogo social para que su diseño y aprobación cuente con los mayores consensos posibles. Se va recibir el apoyo del Structural Reform Support Programme para la elaboración de un estudio sobre este instrumento.
En resumen, que el Gobierno le ha propuesto a Bruselas la implantación de la mochila austriaca, un sistema de cuentas individuales de ahorro que se va llenado mes a mes y que permite que el trabajador se lleve su indemnización por despido cada vez que cambie de trabajo. La propuesta no es nueva, de hecho la sacó por primera vez Zapatero hace casi una década, luego la mantuvieron en sus programas (cada uno con sus matices) PP y Ciudadanos, y finalmente entró en los acuerdos que firmaron PSOE-Cs y PP-Cs a lo largo de 2016, durante las negociaciones previas a las investiduras de Pedro Sánchez (fallida) y Mariano Rajoy. En realidad, la mochila austriaca que se planteó en aquel momento era muy light: esa bolsa de ahorro sólo se llenaría con ocho días por año trabajado, una pequeña parte de la indemnización por despido, lo que no eliminaría los desincentivos que existen actualmente a la movilidad laboral. Aún así, con todas esas limitaciones, era un avance en términos de flexibilidad y por esa razón gusta en Bruselas.
Quizás por eso, Nadia Calviño incluyó la propuesta en el Programa Nacional de Reformas, el documento que se envía a la Comisión cada año. Alguien Podemos encontró el párrafo y el partido morado sacó la artillería: "despido gratis", "tu despido te lo pagas tú", excusa para "rebajar las pensiones públicas" o "la banca podrá especular con los fondos". En la imagen que pegaron en Twitter (ver foto de la derecha, click para ampliar) apenas faltaba un cliché de la extrema izquierda. ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de eslogan en esas frases? Pues depende de cómo quiera verlo cada uno. Aquí van las claves, con lo que dicen en Podemos y lo que en realidad significa la mochila austriaca. No sería la panacea ni es lo único que necesita el mercado laboral español, pero desde hace años los expertos creen que puede ser un buen primer paso para reducir la dualidad e incrementar la productividad:
- "Esta reforma laboral estaba ya en el acuerdo de 2016 entre PSOE y Cs": Esto sí es cierto. De hecho, como vemos, la propuesta tiene mucho más recorrido. Llevamos más de una década hablando de esto. Por eso sorprende el ruido que se generó el martes, como si fuera una novedad o como si Calviño (la villana del cuento en todos los relatos de Podemos) lo hubiera colado de tapadillo en los documentos que se mandan a Bruselas.
- "El despido improcedente le sale gratis a la empresa" – "La indemnización por despido improcedente la pagas tú" – "Te quitarán parte de tu salario para crear un fondo con el que se pagará tu despido improcedente":
Los costes laborales son los que son y los empresarios lo que hacen es comparar lo que aporta un trabajador y lo que les cuesta. La denominación de cada partida de ese coste laboral no tiene la menor importancia. Así, cuando en Podemos dicen que "a la empresa le saldrá gratis" están asumiendo premisas que no son ciertas:
- Primero, que todo el despido se pagaría con la mochila. En Austria es así, pero en España nunca se ha planteado esta opción. La idea sería, más bien, que 8 días del despido se financien con la mochila (un coste de algo más del 2% del salario mensual) y el resto siga como hasta ahora
- En segundo lugar, en España no se ha planteado nunca que la mochila la pague el trabajador de forma directa, con su sueldo. Ningún partido escogerá esta opción, aunque sólo sea por el coste electoral que tiene. Lo normal es que la mochila se cargue a las cotizaciones sociales a cargo del empresario.
Dicho esto, hay que reconocer que, en realidad, hay un punto que es cierto en esto que plantea Podemos: todos los costes que asume el empresario son salario perdido por el trabajador. No sabemos si esto es lo que quieren decir desde el partido morado, pero nos tememos que no van por ahí los tiros. Más bien se intuye que su denuncia es que el trabajador verá reducido su sueldo actual para pagar la mochila. O incluso una protesta por el mecanismo, que no deja de ser una forma de periodificar los costes de despido: como se paga mes a mes, si llega el despido, el empresario no tiene que buscar esos fondos, porque ya están en la cuenta del trabajador.
El problema es que esto pasa con todos los demás costes, impuestos y cotizaciones. Si un empresario abona por un trabajador 30.000 euros al año y a éste sólo le llegan a su cuenta 20.000 euros, la diferencia es dinero que "paga" el trabajador. No importa cómo llamemos al concepto: por mucho que en la nómina diga "Seguridad Social a cargo de la empresa" y el salario bruto no contemple ese dinero… lo cierto es que sí forma parte del sueldo real (aunque no oficial) del trabajador. Todos los costes laborales lo son. Si no existieran, el trabajador se llevaría un sueldo superior a su casa, porque el empresario está dispuesto a pagar 30.000 euros por sus servicios.
Esto no quiere decir que las cotizaciones o los impuestos deban desaparecer. Éste es otro debate. Lo que quiere decir es que la retórica de Podemos es falsa. En este sentido, para clarificar las cosas, una opción (propuesta por muchos expertos) consistiría en meter todos los costes laborales en el mismo saco, hacer la cuenta real y reflejar esta cuenta en la nómina
COSTE PARA EL EMPRESARIO (SALARIO BRUTO REAL) – IMPUESTOS Y COTIZACIONES = SALARIO NETO QUE RECIBE EL TRABAJADOR
Si se hace así, la mochila austriaca sería, simplemente, una nueva línea que añadir a la nómina.
- El coste:
Como decimos, para el éxito o fracaso de esta medida es clave saber cómo se paga y si va a subir los actuales costes laborales. Incluso sus defensores reconocen que éste es un problema complicado de resolver.
Aquí hay que diferenciar entre los actuales trabajadores y los nuevos:
- En los contratos en vigor, si se añade una cotización extra a la actual, los costes laborales subirían un 2%, con lo que eso supone en términos de competitividad; la otra opción es que la cotización de los empresarios sea igual, pero entonces bajarían los ingresos de la Seguridad Social (ese 2% saldría de la parte de las actuales cotizaciones)
- Para los nuevos empleados, no sería tan importante desde el punto de vista de las empresas, porque éstas harían sus cuentas con la mochila y ajustarían los costes laborales totales a la misma (igual que hacen ahora con las cotizaciones). Si podría afectar a los trabajadores con un nuevo contrato: si la mochila se integra en el actual esquema de cotizaciones, cobrarán el mismo neto que ahora; si es un coste extra, el neto que les llegue a la cuenta será algo menor porque los empresarios harán la cuenta de cuánto deben pagar integrando el coste de la mochila.
- El coste oculto: Podemos parece muy a gusto con el actual esquema de indemnizaciones. De hecho, promete reforzarlo si llega al Gobierno y subir la cantidad que las empresas pagan cuando hacen un despido (y limitar las causas del despido objetivo, el de 20 días por año trabajado). La lógica que sigue este pensamiento es "Si un empresario quiere despedir a un trabajador, que se rasque el bolsillo". Y creen que, de esta forma, el empleado sale indemne, no pierde nada, sólo suma: cada mes cobra su salario y, si quieren despedirle, la indemnización correspondiente.
El problema es que este esquema no es realista. Existe un principio económico básico que nos habla de los costes ocultos y de cómo los agentes se adaptan a la legislación. Un coste del despido muy elevado tiene tres consecuencias directas:
- Más empleo temporal: para que el despido de ese posible trabajador salga más barato
- Menos contrataciones: para evitar costes inesperados (por aquí se explica, también, el auge de las subcontratas en los últimos años)
- Sueldos más bajos: si soy empresario y no sé cuándo tendré que pagar indemnizaciones, reduzco salarios y me guardo el excedente para afrontar imprevistos
Los dos países con la tasa de paro más elevada y más empleo precario de la UE son España y Grecia. También son los que tienen el coste de despido más alto.
- Las ventajas de la mochila:
Para las empresas, la mochila es un seguro y por eso puede actuar como un incentivo al empleo, sobre todo al empleo fijo. Como saben muchas pymes españolas, cuando llegan las crisis, uno de los mayores problemas son los costes de despido. Por un lado, se te está hundiendo la facturación y tienes sobrecapacidad en tu planta; y por otro, justo en ese momento complicado, reducir el exceso de plantilla es un coste extra que te lleva al borde de la quiebra. Estás atrapado entre la espada y la pared: ni puedes soportar la estructura de costes, ni puedes reducir plantilla por el monto de la indemnización. Con la mochila, esa reestructuración es más sencilla.
Pero, además, hay una ventaja añadida: la decisión de a quién despedir y a quién no se centraría en los costes de despido (me quedo con un trabajador que no quiero pero al que resulta muy caro echar) y giraría en torno a la productividad de cada empleado.
Para los trabajadores también tiene beneficios: las posibilidades de movilidad laboral se multiplican. En España es muy habitual que los trabajadores, sobre todo los de más edad y con más antigüedad, rechacen ofertas de empleo, incluso con mejores condiciones, por no perder esa antigüedad y los derechos acumulados. En otros países esto sería una anomalía: es una fuente de frustración para el empleado, daña la competitividad del conjunto de la economía y acaba siendo dañino para la carrera del propio trabajador. En España, sin embargo, podríamos decir que es casi lo normal. Con una bolsa de ahorro como red de seguridad, tomar esa decisión es más sencillo. Además, la mochila austriaca no sólo cubre al empleado en caso de despido, sino que le puede llegar a suponer un extra en la jubilación.
Aparte de todo esto, queda la discusión acerca de si un mercado laboral más dinámico y eficiente reduce el miedo a perder un empleo. En los países europeos con menos indemnización por despido (en algunos casos es inexistente) también la tasa de paro es mucho más baja que en España. La idea en estos países es que hay que proteger al trabajador que queda en paro, ofreciéndole opciones para reintegrarse al mercado, y no tanto el puesto de trabajo que ahora mismo ocupa. Del mismo modo, se entiende que encarecer el despido también juega como barrera de entrada a la contratación. Probablemente estamos ante una de las discusiones ideológicas, en el terreno económico, más importante de la España de 2020.
- "La banca podrá especular con esos fondos": las dos últimas afirmaciones de Podemos entran en el terreno de sus obsesiones particulares.
Por un lado, se quejan de que la banca usará el dinero de la mochila para "especular". En realidad, lo que ocurriría es que cada trabajador podría disponer de sus fondos como mejor lo estimase (y si quiere comprar deuda pública, pues adelante con ello). Por otro, no se dan cuenta de la incoherencia que supone denigrar a los inversores en Bolsa o acusar a las empresas de estar forrándose a beneficios y no querer que los trabajadores puedan beneficiarse de esa rentabilidad convirtiéndose en inversores de esas mismas empresas.
- "Y, si no te despiden, el fondo complementará tu pensión, pudiendo recortar más las pensiones públicas": la última acusación del cartel de Podemos es, directamente, incomprensible. Sí, es cierto que la mochila que cada uno tenga al llegar a los 65 años servirá para complementar las pensiones. Pero eso no tiene nada que ver con lo que ocurra con las prestaciones. Sean cuales sean estas prestaciones, la bolsa de ahorro es un plus. El mismo argumento que sirve para la mochila austriaca podría usarse para cualquier otro beneficio del que vayan a disfrutar los mayores. Por ejemplo: "Les dan gratis los medicamentos… pudiendo recortar así más las pensiones públicas".
- Datos de Eurostat
- Tasa de paro ajustada a estacionalidad en agosto de 2019: Austria 4,5% - España 13,8%
- Ganancias anuales medias netas (tras impuestos) de un trabajador soltero sin hijos: Austria: 31.662 euros al año; España: 21.199 euros al año