El empleo se frena en seco hasta en verano. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado a primera hora de la mañana la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, y los datos han sido decepcionantes, aunque, casualidad o no, quedarán eclipsados por el show de la exhumación.
Así, entre julio y septiembre, el paro bajó en 16.200 personas, lo que supone un 0,5% menos que en el trimestre anterior, y el peor dato en un tercer trimestre de los últimos 7 años. Hay que remontarse hasta el tercer trimestre de 2012 para encontrar un dato peor: cuando el paro aumentaba en 93.200 personas.
Con este resultado, el número total de desempleados en España se situó al cierre de septiembre en las 3.214.400 personas.
El tercer trimestre es un periodo tradicionalmente bueno para el empleo porque se disparan las contrataciones del verano. Tanto es así, que si eliminamos el efecto calendario, nuestro país sería prácticamente incapaz de crear empleo, con una variación trimestral es del 0,09%. Además, en términos desestacionalizados, el paro habría sufrido un repunte por segundo trimestre consecutivo.
Las cifras de ocupación también revelan el declive del mercado laboral. En el tercer trimestre de este año se crearon 69.400 empleos, un 0,3% más que en el trimestre anterior, lo que situó el total de ocupados en 19.874.300 personas. Aunque este dato es supone alcanzar el mayor número de ocupados en once años, este aumento de puestos de trabajo es el menor en un tercer trimestre desde 2013, cuando la ocupación se incrementó también en 69.400 personas.
Sangría en el empleo privado
La naturaleza de los puestos de trabajo creados revela también que el Gobierno de Sánchez se ha encomendado al sector público para generar empleo. De los 69.400 nuevos puestos de trabajo que se crearon, la mitad (34.200) fue destinado a que las Administraciones aumentaran sus plantillas. Como se observa en la tabla, es la primera vez en un tercer trimestre desde 2013, que el empleo público se equipara al privado, lo que es sólo una prueba más de la disminución de la actividad de las empresas españolas.
El número de asalariados subió en 101.700 personas (+0,6%) entre julio y septiembre, con un aumento de los asalariados con contrato temporal de 76.600 personas (+1,7%), frente a un incremento de 25.100 asalariados con contrato indefinido (+0,2%). De esta forma, el número de asalariados con contrato indefinido alcanzó la cifra más alta de la serie histórica, con 12.313.600 trabajadores fijos. Es bastante probable que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se aferre tanto a este dato, como al del mayor número de cotizantes de la historia, para intentar trasmitir calma
Por sectores, el desempleo subió en el tercer trimestre en el colectivo de quienes buscan su primer empleo, con 33.900 parados más (+10,2%); en la agricultura, que sumó 20.000 desempleados (+10,9%), y en la construcción, donde el desempleo aumentó en 3.100 personas (+2,3%).
En el resto de sectores se registraron descensos, especialmente en el entre los parados de larga duración, donde el paro bajó en 48.900 personas (-3,9%). Le siguen la industria, que perdió 15.800 parados respecto al trimestre anterior (-9,5%), y los servicios, con 8.600 parados menos (-0,7%).
En cuanto al empleo, los servicios lideraron la creación de puestos de trabajo entre julio y septiembre, con 87.700 nuevos ocupados (+0,6%), lo que llevó el número de trabajadores en este sector a máximos históricos, 15.042.400 empleados. Le siguió sólo la industria, que incrementó la ocupación en 51.200 personas (+1,8%). Por contra, la agricultura destruyó 63.000 empleos en el tercer trimestre (-7,8%) y la construcción perdió 6.500 ocupados (-0,5%).