Se hacen llamar Casals de Joves, Casas de Jóvenes, y fueron creadas en la década de los 90 en Cataluña. Se trata de centros culturales y sociales con una Liga de Educadores al estilo del Tercer Reich que ofrecen conciertos, cervezas, talleres, cine, locales de ensayo, cocinas, cursos y fiestas temáticas gratis para los miles de jóvenes que cada día pululan por sus pasillos y enormes salas.
Por supuesto, son claramente anticapitalistas, antifascistas y antiespañoles. Estos organismos condenan "la represión del Estado Español" describiéndolo como "fascista" y "opresor", a la vez que publican en sus memorias las subvenciones recibidas del Ministerio de Sanidad, Bienestar Social e Igualdad.
Por ejemplo, en el informe presupuestario de la Federación de Casas de Jóvenes de Barcelona figura un gasto de personal de 192.363 euros en técnicos de programa, secretario, profesores, pedagogos, formadores y dinamizadores de asignaturas, todos dedicados a "Educar en la Participación". La ideología que propugnan es el anticapitalismo y se revelan como obvios independentistas en contra del fascismo español. Sin embargo, el dinero procedente de los contribuyentes del Estado español es recibido con las manos abiertas.
En 2018, tan solo esta Federación para Jóvenes recibió del Ministerio de Área Social y Familia 124.000 euros. También se nutre de la Generalidad de Cataluña (62.500 euros), el Ayuntamiento de Barcelona (21.500 euros) y la Diputación de Barcelona (6.500 euros), sumando un total de 224.000 euros.
Existen en total una treintena de centros de estas características donde acuden miles de adolescentes y jóvenes catalanes a matar el tiempo. Según el barrio y los jóvenes captados por la seductora oferta antisistema, el dinero llega en mayor o menor medida.
Subvenciones al alcohol
En la memoria de 2019, llama la atención como parte de las subvenciones van a parar la barra de los bares. Sí, todas las Casas de la Juventud cuentan con escenarios, instrumentos y barras donde se despacha alcohol subvencionado a precios de Venezuela. En uno de los apartados de una Casa de los Jóvenes se puede leer: "En alcohol y birra, 2.500 euros" para este año.
A este respecto, también gastarían en diseño de carteles, propaganda anticapitalista y contra España: 1.180 euros. Y otros 14.000 euros en infraestructura, catering y seguridad en sus eventos. Pero también estudian las doctrinas. Los predicadores de la Federación de jóvenes destinan hasta 34.844 euros procedentes del Ministerio español para evangelizar a los jóvenes contra el propio Estado español.
Generalidad y Ayuntamiento se preocupan de que la estructura cultural esté con la causa. Por ello, las infraestructuras de los edificios son cuidadas con el mayor mimo. Con dinero público, claro. Los Ateneos, teatros populares y salas de conferencias, territorios anticapis también, fueron regados con subvenciones de 1,7 millones de euros con origen del Instituto de Cultura de Cataluña, que a su vez, recibe subvenciones del Estado español.
Clubs de la Infancia
Pero el salvaje comportamiento de los CDR no solo se debe al adoctrinamiento en su adolescencia. La monstruosa turba no surge de un día para otro. La lluvia fina totalitaria de los jóvenes delincuentes que llevaban hasta motosierras y lanzaban ladrillos a la Policía ha sido inoculada desde la infancia.
La Generalidad creó los Esplai, Casas de la Infancia o como ellos lo definen, clubs de vacaciones de verano para los más pequeños. El Ayuntamiento de Barcelona destinó el pasado año 3.450.000 euros en ayudas a las familias para las actividades estivales en la denominada campaña "Vacaciones de verano". Sus receptores serían los bressols, jardines de la infancia, los casals infantiles y el Campus Olimpia, donde realizan rutas y excursiones.
Hasta aquí, todo bien. De no ser porque las entidades participantes se han mostrado contrarias a la sentencia del TS, y además, invierten todas sus fuerzas en hacer ver a los niños que los españoles son bestias inferiores como ya dijo Torra.
De este modo, se llega a situaciones como el padre que utilizó a sus menores como escudo en la carretera para cortar el tráfico contra la policía, o el caso del profesor que llevó a toda una clase a la manifestación contra la sentencia. ¡Tsunami!, gritaban los pequeños mientras imitaban la coreografía del maestro al estilo de Corea del Norte (Unidos a los docentes de colegios e institutos catalanes)
Los Niños del Tsunami. Pero allí no adoctrinan. pic.twitter.com/P7Wq2v8rfI
— J.F.M.G. (@Josetefel) October 20, 2019
Desde Rajoy
Difícilmente, y por la opacidad de los presupuestos, se puede desgranar los millones de euros en ayudas públicas que han recibido entidades como las Casas de la Juventud. Sin embargo, esto viene de lejos, desde principio del siglo XX. España ha enviado dinero del bolsillo de los contribuyentes españoles a causas que iban a destrozarles sus vidas o sus negocios.
Pero sin viajar tan atrás en el tiempo, remontándonos al último gobierno no en funciones, las subvenciones a los criaderos de los CDR, han sido incontables. El Gobierno de Mariano Rajoy destinó millones euros a dicha red sociocultural nacionalista para la juventud.
Solo el Ministerio de Sanidad y Bienestar Social con la catalana Dolors Montserrat al frente, dedicó buena parte del presupuesto público al objetivo independentista. Así encontramos que en el BOE publicado en 2015 bajo el mandato del PP, la Asociación de Casas y Grupos de Jóvenes de Cataluña percibió de 80.000 euros, la Fundación Catalana de los Clubes infantiles recibió casi un millón de euros (908.355,58) para su programa Educar en el Tiempo Libre para la Promoción de la Calidad de Vida Infantil. Continuando, los Clubes de la infancia, (25.000 euros), la Asociación de Casas y grupos Jóvenes de Cataluña (20.486 euros), Fundación por la Autonomía Instituto Pere Tarrés de Educación en Esplai (98.825 euros), y la Fundación Social del Raval, adolescencia y juventud (20.300 euros).
El premio gordo de la Lotería del Estado español para Cataluña se lo lleva en ese mismo año rajoyano, la Fundación Pere Tarrés que dirige Josep Oriol Pujol i Humet que recibió 1.227.770,46 euros. Para hacernos una idea, el presidente de dicha fundación fue desde el año 1993 a 1998, presidente de la Coordinacion Catalana de Colonias, Casas y Clubes Esplai y la Confederación de Entidades de Tiempo Libre de ámbito catalán con unos 30.000 niños y 5.000 monitores. Oriol Pujol Humet también estuvo en el Observatorio del Catalán y decenas de organismos dedicados a la prédica de la independencia.
Pero esto es únicamente una pequeña muestra recopilada por Libre Mercado. El chorreo de subvenciones estatales a entidades catalanas basadas en su animadversión hacia los españoles, es incontable. Sirva para entender que nadie lanza ladrillos y cohetes queriendo matar a policías de la noche a la mañana. Burguesía catalana de derechas, en connivencia con políticos de la Administración Central española e independentistas de extrema izquierda política (y los que miraron hacia otro lado), han colaborado entre todos a que vuelen piedras.